Esposa Pecadora romance Capítulo 2253

Resumo de Capítulo 2253: Esposa Pecadora

Resumo de Capítulo 2253 – Capítulo essencial de Esposa Pecadora por Sixteenth Child

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La madre de Daniel se quedó congelada en su sitio cuando vio a todos marcharse.

Al saber que el accidente de coche había sido un intento deliberado, se sintió aún más resentida.

Sin embargo, seguía insistiendo en que este asunto no estaba relacionado con Naya. Ella era muy buena y a menudo la halagaba, complacía y también le hacía regalos lujosos de vez en cuando.

Entonces, la madre de Daniel se detuvo un momento, recordando lo que Ava acababa de decir.

¿Todos esos objetos de lujo que Naya le regalaba eran baratos y falsificados?

El corazón de la madre de Daniel se aceleró. Quería regresar de inmediato para buscar los regalos que le había dado Naya y hacer una estimación, pero seguía preocupada por Daniel. Por lo tanto, se quedó en la puerta de la unidad de cuidados intensivos por ahora.

***

Dentro de la estación de policía.

Naya fue llevada directamente a la sala de interrogatorios mientras Madeline y Ava esperaban en el pasillo.

Al ver que Ava estaba de mal humor, Madeline tiró de ella para que se sentara en la silla.

Ava había permanecido en silencio todo el camino hasta aquí y seguía sin decir una palabra.

“Ava, ¿hay algo que quieras decir? Si es así, no tienes que reprimir tus emociones. Puedes decir cualquier cosa delante de mí”. Madeline consoló a Ava, mientras expresaba su preocupación.

Ava apretó sus manos que tenía sobre el regazo. Frunció los labios con rabia y luego sus ojos se enrojecieron.

Madeline sacó unos pañuelos de papel y limpió las lágrimas del rostro de Ava.

“No llores. Si Dan puede sentirlo, estoy segura de que no querrá ver a su alegre y feliz Ava llorando por él”.

Ava escuchó lo que dijo Madeline. Resopló y tomó el pañuelo para secarse las lágrimas.

Cuando Madeline vio que Ava había dejado de llorar con tanto desánimo, se sintió mucho más aliviada.

En ese momento, un joven oficial de policía se acercó y preguntó amablemente: “¿Quién de ustedes es la Señorita Long?”.

Ava se puso de pie rápidamente. “Soy yo”.

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