Esposa Pecadora romance Capítulo 2285

Madeline se apresuró a ir a la estación de policía en cuanto se enteró de la noticia.

Mientras se disponía a entrar, vio a Naya salir con arrogancia por la puerta seguida de un hombre vestido impecablemente, parecía ser un abogado.

Naya también vio a Madeline en ese momento. Esbozó una sonrisa engreída y se dirigió hacia Madeline con pasos lentos.

“Esto se espera de usted, Señora Whitman. Está usted muy bien informada. Creo que debe estar muy disgustada al verme aquí de pie ahora, ¿no? Pero yo estoy muy contenta de verla”.

El tono de Naya estaba lleno de ironía, y las comisuras de su boca se levantaron en una sonrisa satisfecha.

“Ya llevo tiempo diciendo que la policía es justa e imparcial. Soy inocente y no puedo ser calumniada por alguien que dice haber encontrado pruebas. Señora Whitman, entiendo que quiera ayudar a su amiga, pero la realidad es que yo no lo hice”.

La sonrisa de Naya se tornó cada vez más burlona. Estaba provocando a Madeline con la mirada.

“Señora Whitman, debe estar preguntándose qué está ocurriendo, ¿cierto? Si tiene alguna pregunta, puede hablar con la policía, ellos le darán la respuesta”.

Naya sonrió y se volvió hacia el abogado junto a ella.

“Señor Luschek, vámonos ya. Mi padre me ha dicho que ha querido cambiar el equipo de abogados del departamento legal de nuestra empresa, así que desea hablar de ello con usted”.

El abogado sonrió de inmediato al escuchar esto. “Gracias por su atención, Señorita Méndez. Allí estaré”.

Naya asintió satisfecha y siguió al abogado hasta un coche que los había estado esperando a un lado de la carretera. No le dio a Madeline ninguna oportunidad para refutar.

Madeline tampoco quiso malgastar su aliento con Naya. Después de ver a Naya entrar en el coche, se dio la vuelta y entró a la estación de policía.

“Ya he leído todo este material, Señora Whitman. Aunque la explicación de Naya es un poco descabellada, este material no es prueba suficiente como para que la podamos declarar culpable. No tenemos pruebas sustanciales que demuestren que Naya estuvo alguna vez en el coche de Ava Long, y no hay pruebas para demostrar que Naya estropeó el coche de Ava”.

El corazón de Madeline se encogió ante la respuesta del oficial.

Cuando quiso preguntar más a fondo, el oficial de policía dijo que tenía que encargarse de unos asuntos y se marchó primero.

Por supuesto, no era buena idea que Madeline continuara molestando al oficial, pero seguía sintiendo que esto era muy extraño.

A juzgar por la reacción de Naya en ese momento, definitivamente fue ella quien estropeó los frenos. La sonrisa arrogante de Naya de hace un momento también revelaba su satisfacción por haber conseguido salirse con la suya.

Cuando Madeline salió por la puerta de la estación de policía, se dio cuenta de que ya era tarde.