Esposa Pecadora romance Capítulo 2302

Daniel asintió levemente, demostrando que estaba de acuerdo. Sin embargo, la visión de la espalda despreocupada de Ava permaneció en su mente.

Después de que Ava siguiera a Madeline hacia el coche, desapareció la sonrisa en su rostro.

De hecho, no estaba despreocupada y tranquila en absoluto. Simplemente se obligaba a ser valiente.

Madeline también entendía lo que Ava estaba pensando ahora. Aunque tenía algunas sugerencias, seguía respetando los pensamientos de Ava aún más.

Ava sabía que no podía hacer nada en ese momento. La madre de Daniel y Naya estaban conspirando en su contra. No era fácil para ella lidiar con ese par. Podía irse de frente contra Naya, pero la madre de Daniel, era su madre, después de todo. Tenía el derecho de influir en su hijo, pero ¿y ella?

Originalmente era su prometida, pero Daniel no podía recordarla ahora. ¿En qué la convertía eso?

Poco después, Ava se bajó del coche estacionado a un lado de la carretera. Madeline estaba preocupada por dejar sola a Ava, pero ella insistió en estar sola. Por lo tanto, Madeline solo pudo marcharse por el momento.

Ava caminó sola por la calle y sin rumbo. Cuando vio a una pareja tomada de la mano y sonriendo dulcemente por la calle, pensó claramente en la persona que amaba.

“Danny, pronto me recordarás. Estoy segura”, murmuró Ava para sí misma antes de respirar profundamente y suspirar.

Decidió recomponerse y seguir esforzándose. No podía llenarse de negatividad y preocupaciones todos los días.

Esto era lo que pensaba Ava. Luego, se dio la vuelta y esbozó una sonrisa. Sin embargo, cuando se dio la vuelta, un puesto de venta de churros a un lado de la carretera llamó su atención.

Se acercó lentamente, y los recuerdos del pasado empezaron a reproducirse en su cabeza como las escenas de una película…

Raegan parecía ligeramente sorprendida. Retiró lentamente la mano que había mantenido en el aire. Preguntó con cautela: “¿Es porque en aquel entonces—?”.

“No menciones lo que pasó en aquel entonces. Ya está en el pasado”.

Ava interrumpió deprisa a Raegan, no quería recordar aquellas cosas tristes.

“Por cierto, ¿qué haces aquí?”.

“No me atrevía a molestarte, así que le pregunté a la Señora Whitman por ti. Me dijo que estabas por aquí, así que vine a probar suerte”.

Ava asintió y no pensó mucho en ello. De pronto, se le ocurrió algo. “Qué buena coincidencia. Necesito un favor tuyo”.