Esposa Pecadora romance Capítulo 2344

Ava escuchó unos pasos que se acercaban a ella. Cuando estaba a punto de mirar hacia atrás, unos fuertes brazos se estiraron de repente y la sujetaron por los hombros.

Ava quiso esquivarlo, pero el hombre la sujetó con fuerza y la llevó hacia un lado.

Justo cuando Ava estaba a punto de liberarse de su agarre, algo pareció pasar a su lado por el rabillo del ojo.

¡Crac!

El sonido de algo haciéndose añicos se escuchó a su lado.

Ava se quedó inmovil por un momento.

"¿Estás bien?". Una voz familiar y preocupada llegó a sus oídos en ese momento.

Ava volvió a sus sentidos y levantó la mirada. En medio de su mirada confusa, el extremadamente apuesto rostro de Tom se reflejó en sus pupilas.

"¿Señor Lowe?". Ava se sorprendió mucho. "E-Estoy bien".

Ava hablaba de forma vacilante ya que aún no se había recuperado de la sorpresa de lo que acababa de suceder.

Volvió la cabeza para mirar en la dirección de donde provino el sonido del incidente, solo para encontrar que una maceta había caído al suelo a menos de un metro de ella.

En otras palabras, una maceta había caído en el lugar en el que ella se encontraba. Por pura casualidad, Tom lo vio y se apresuró a alejarla del camino.

Ava miró la maceta hecha añicos con un silencioso suspiro de alivio. Luego, se volvió para mirar a Tom. "Gracias, Señor Lowe".

Tom ya le había soltado los brazos de forma muy caballerosa. También miró la maceta, pero su rostro se veía un poco serio.

Madeline acababa de encontrar un espacio y estaba a punto de estacionar el coche. Después de recibir el mensaje de Ava, condujo el coche para comprar algo en el supermercado cercano. Podría recoger a Ava cuando terminara.

Como Tom y Ava estaban juntos en la oficina, Madeline no tenía de qué preocuparse.

Cuando Ava entró en la oficina, se dirigió inmediatamente a su puesto para empezar a trabajar.

Sin embargo, cuando encendió su computador y se sentó, sintió que algo parecía extraño en su espacio de trabajo. Al mirar más de cerca, vio que el asa de la taza de la que solía beber estaba rota. Incluso algunos de sus archivos estaban desordenados, como si hubieran sido revisados.

Ava no pudo evitar pensar en la maceta que se había caído a su lado.

¿Alguien lo hizo a propósito?

Mientras pensaba en esto, la pantalla de su computadora se iluminó frente a ella. Sin embargo, lo que apareció no fue su fondo de pantalla usual, sino una foto especialmente terrorífica.