Esposa Pecadora romance Capítulo 2371

Madeline no se atrevía a jugar con la seguridad de Ava.

Ella miró a su alrededor. Había coches pasando, pero ningún transeúnte.

Incluso si hubieran transeúntes, no sería fácil pedir ayuda.

Madeline siguió al hombre hasta el otro lado de la carretera, solo para descubrir que el coche que le había prestado a Ava ayer estaba estacionado allí.

El hombre había conducido este coche y la había seguido hasta los alrededores de la escuela de Jackson.

Alguien debió haberle dicho su ruta, ya que fue capaz de descubrirla en un día, y esa persona definitivamente era Naya.

En el hospital.

Naya estaba cómodamente acostada en la cama. Hace tiempo que está bien, excepto por una pequeña herida superficial. Estaba básicamente ilesa, pero la mujer que embistió seguía en coma en la UCI.

Agarró su otro celular de repuesto. Cuando estaba a punto de hacer una llamada, vio a su madre entrando nerviosa.

Naya escondió el celular y preguntó con sospecha: "¿Qué pasó? ¿Por qué te ves asustada?".

La madre de Naya estaba pálida, con aspecto de estar desorientada. "¡Muerta... Naya, esa mujer está muerta!".

La expresión de Naya se congeló inmediatamente. "¿Qué? ¿Qué dijiste? ¿Quién murió?".

"La mujer que chocaste. ¡El médico acaba de informarme de que no pudieron salvarla y ha muerto!".

"...".

Naya se quedó sin palabras durante un rato, y su expresión se veía un poco alterada. Sin embargo, pronto se rio con indiferencia.

Ava se apoyó contra la pared exhausta. Quería descansar un rato y continuar con su plan de escape, pero de repente escuchó el sonido del motor de un coche en el exterior.

Ava decidió dejar de luchar. Pensó que el hombre era el que había regresado, pero para su sorpresa, escuchó dos pares de pasos. El otro par de pasos le resultaba muy familiar.

Abrió los ojos para mirar en dirección a la puerta, y al siguiente segundo, agrandó los ojos con sorpresa.

"¿Maddie?". Ava pensó que sus ojos le estaban jugando una mala pasada. Sin embargo, la persona que se acercó a ella era efectivamente Madeline. "Maddie, ¿por qué estás aquí? ¿Por qué te secuestraron a ti también?".

Ava estaba preocupada. Quería levantarse pero no podía.

Madeline corrió rápidamente hacia Ava para desatar las cuerdas que rodeaban sus extremidades.

Sin embargo, en el momento en que desató a Ava, la sombra del hombre se alzó sobre ella desde atrás.