Esposa Pecadora romance Capítulo 273

De vuelta a la mansión, lo que la madre de Jeremy le dijo antes por teléfono seguía reproduciéndose en su cabeza.

Sin saberlo, empezó a acelerar su coche y, tras más de diez minutos, entró en el garaje de la mansión.

Después de salir del coche, se dirigió directamente al salón. Cuando estaba en la puerta, vio la cara de sus sueños. Aquel rostro imponente y seductor estaba en su campo de visión.

Jeremy se detuvo en seco mientras sus latidos se aceleraban.

Madeline levantó la cabeza y vio a Jeremy. Le sonrió tímidamente, sus ojos parecían tan vivos que era como si pudieran hablarle. Había muchas emociones en ellos.

"Creí que Felipe estaba aquí, pero es sólo usted, Sr. Whitman". Madeline sonrió suavemente.

El acelerado corazón de Jeremy volvió a su ritmo normal en ese instante. Entrecerró los ojos mientras mantenía una sonrisa en los labios. "¿Estás esperando a Felipe?".

"Felipe y yo planeamos venir juntos, pero él tuvo que ocuparse de algo repentinamente, así que por eso estoy aquí primero". Madeline explicó con calma. "Es bueno que esté aquí, señor Whitman. Felipe y yo no tendremos que informarle de nuevo".

"¿Informarme sobre qué?". Jeremy se acercó a Madeline y la miró fijamente a los ojos.

Los ojos profundos de Madeline miraron profundamente y con confianza los ojos de él "Sobre nuestro matrimonio".

Su voz era suave cuando llegó al oído de Jeremy y se posó en su corazón. Sintió que sus palabras eran extremadamente pesadas sin ninguna razón. Le pesaban tanto que sentía que le era difícil respirar en ese momento.

"Nos dará su bendición, ¿verdad, Sr. Whitman? Es su tío, después de todo". Madeline sonrió y miró la cara de Jeremy que se había vuelto fría de repente.

"¿Estás segura de que serás feliz casándote con un hombre que no amas?".

Madeline se sorprendió cuando escuchó a Jeremy decir eso de repente. Sin embargo, sonrió con calma.

No era feliz para nada.

La mayor desgracia de su vida fue conocerlo y enamorarse de él.

"Si es tan doloroso amar a alguien, entonces prefiero no ser amada".

La voz de Madeline se quedó en el oído de Jeremy.

Él la miró mientras se sentía desanimado. Sentía como si le hubieran clavado un cuchillo en el corazón. No había sangre, pero el dolor invisible se extendía por su corazón.

“Felipe”.

De repente, Jeremy oyó que Madeline llamaba a alguien detrás de él.