Esposa Pecadora romance Capítulo 383

Cuando Meredith escuchó que Madeline tenía más pruebas, comenzó a entrar en pánico.

"Señoría, no confíe en esta mujer. ¡Ella está intentando incriminarme! ¡Me está acusando, falsamente!". Meredith señaló a Madeline y gritó, eufóricamente. "¡Soy realmente inocente, su señoría!".

“Demandada, por favor, cálmese. Si continúa haciendo ruido, la corte lo acusará por desacato”, dijo el juez, con seriedad.

Cuando ella escuchó esto, Meredith cerró la boca rápidamente.

Sin embargo, ella estaba nerviosa. No sabía cuáles eran las pruebas sólidas de Madeline.

En ese momento, la policía trajo a Jon y Rose adentro.

Meredith miró a Jon y Rose, con ansiedad. Ella sabía que algo no estaba bien.

¡Tal y como esperaba, Jon y Rose estaban testificando en su contra en la corte!

“Señoría, mi hija adoptiva, Meredith Crawford, fue de hecho la persona que planeó esto. Ella estaba discutiendo esto con nosotros, en nuestra casa”, dijo Rose. Ella no se atrevió a mirar a Meredith a los ojos.

Jon también hizo una confesión completa. “Queríamos detener a Meredith, pero ella no quiso escucharnos. Dijo que Vera Quinn le robó a su hombre y que tenía que darle una lección. Sobornó a unos matones para que secuestraran a su hijo, y así poder culpar de todo a Vera Quinn. Luego, ella decidió matar a Vera Quinn y acabar con las cosas, de una vez por todas, en un ataque de rabia a ciegas".

Meredith abrió los ojos, de par en par, conmocionada. Ella casi que comenzó a vomitar sangre, de la ira.

"Ustedes dos...". Su pecho se agitaba, violentamente. “¡Ustedes dos están locos! ¿Cómo pueden decir algo así?".

Rose y Jon la miraron, con indiferencia. "Mer, ahora que hemos llegado a esto, ya no podemos acusar erróneamente a los inocentes. Vera es verdaderamente inocente".

Meredith estaba tan enojada, que todo su cuerpo temblaba.

Aunque, de hecho, ella había planeado deshacerse de Jackson y Madeline, la idea se la dio Rose.

Ahora, había testigos y pruebas presentes. Meredith no tuvo más respuestas. Incluso si su abogado hablaba sin rodeos, él no sería capaz de cambiar las circunstancias, en esta etapa.

Además, Meredith era realmente culpable.

El juez prontamente emitió un veredicto: “Doce años de prisión”.

Meredith comenzó a llorar, desesperada. “¡Me han acusado, injustamente! ¡Quiero apelar! ¡Definitivamente apelaré!".