Esposa Pecadora romance Capítulo 448

“No me toques”, dijo Madeline con disgusto. “No me toques con esas manos que han tocado a otras mujeres. Me das asco".

Jeremy sintió como si algo le hubiera apuñalado el corazón, después de escuchar las odiosas palabras de Madeline.

Resultó que la palabra "asco" podía tener mucho poder.

Sin embargo, él había seguido usando esa palabra, en ese entonces, como un arma para atacarla, una y otra vez.

Madeline respiró hondo, cuando Jeremy no dijo nada. Miró a Jeremy con los ojos llenos de ira. Ella se burló, diciendo: “¿Por qué? ¿No estás contento de que te trate así? ¿Quién eres para sentirte infeliz por eso? ¿Olvidaste cómo solías tratarme? Dijiste que era un p*ta con la moral suelta. Dijiste que te asqueaba. Dijiste que no era digna de ser la esposa de Jeremy Whitman. ¿Olvidaste todo eso?".

Después de que ella lo interrogara, Jeremy frunció el ceño.

Él le contó todo lo que le hizo, en el pasado. De hecho, él había cometido innumerables crímenes.

Él no dijo más nada y solo la miró fijamente.

Sus ojos rojos estaban llenos de incontables disculpas, remordimientos y amor indescriptible.

Sin embargo, él sabía que la actual Madeline no podría ver todo eso.

Ella solo tenía chispas de odio en sus ojos. Estaban ardiendo intensamente, iluminando sus ojos únicos pero hermosos.

Madeline caminó frente a Jeremy, su cuerpo alto y delgado no perdía su actitud imponente, frente a él.

"¿No querías verlo? ¿Asegurarte? Pues te dejaré verlo".

Ella miró directamente a Jeremy. De repente, extendió su mano izquierda y agarró el cuello de su camisa blanca. Luego, lo tiró hacia abajo.

"He estado esperando el momento en que admitieras eso, tu misma", dijo Jeremy, su voz profunda temblando levemente. "Maddie, es tan bueno verte".

"Así que ya sabías sobre esto". Madeline sonrió, pero no se sorprendió. Se arregló la ropa. "Si ese es el caso, no me andaré con vueltas sobre el asunto. Por el bien del abuelo y de Jack, no tocaré la Mansión Whitman; pero la propiedad a tu nombre, ya no tendrá nada que ver contigo".

Madeline era firme y fría, sin emociones en sus ojos.

"Cuando me casé contigo, con el nombre de Vera Quinn, no obtuvimos un certificado de matrimonio. Como tal, tú y yo no somos verdaderamente marido y mujer. Yo tampoco estoy embarazada. No pasó nada entre nosotros, en Colina Abril, esa noche. Todo fue mentira".

Se detuvo a mitad de la frase, su tono ahora era aún más frío.

“Jeremy, me debes todo esto. ¡Arruinaste mi vida, y ahora quiero que pruebes cómo se siente que se borre toda tu reputación!".