Esposa Pecadora romance Capítulo 456

"¿Ella se fue? ¿A dónde fue? ¿Lo sabes?", Eloise preguntó, frenéticamente.

La recepcionista adivinó y dijo: "Creo que podría irse a casa, a esta hora".

"Casa...", dijo Eloise, mientras estaba atrapada en un aturdimiento.

Casa…

La Mansión Montgomery debería ser su casa. Sin embargo, Eloise y Sean no se atrevieron a tener esperanzas de que ella quisiera volver con ellos.

Quizás, ella no estaría dispuesta a hacerlo.

Eloise recordó lo que dijo Madeline cuando vino a la Mansión Montgomery, para ver a Jackson, hace dos días.

Ella dijo que sería la última vez que iría.

En ese entonces, Eloise no entendía, pero ahora, entendía lo que ella quiso decir.

Cuando ella pensó en ello, Eloise comenzó a llorar. Ella estaba extremadamente arrepentida.

Sean la abrazó. "Ellie, no llores. No te preocupes. Seguramente podremos volver a ver a Eveline".

"Ella no querrá vernos. Nos tiene que haber odiado...". Los ojos de Eloise estaban rojos de llorar, al recordar aquel día en el hospital. Ella recordó cómo se había culpado tanto a sí misma, hasta que quiso terminar con su vida, cuando descubrió que Madeline era su propia sangre.

En ese momento, Madeline la había llamado "mamá".

Ella pensó que Madeline solo la había llamado así, para salvarla.

Sin embargo, resultó ser un acto genuino.

Eloise recordó la forma en que Madeline la había llamado. Su corazón comenzó a sentir cada vez más dolor.

Si Madeline no quería reconocerla como su madre, entonces esa palabra se convertiría en el sonido más melódico y desgarrador del mundo.

“¡Maddie, hiciste lo correcto! Hace dos días, vi muchas noticias negativas sobre la Corporación Whitman. Está bien de tu parte destruirlo. Jeremy te hizo todas esas cosas, en ese entonces, y ahora ha perdido su reputación y poder. Pero tú y tu hija…”.

Ava se detuvo cuando habló de esto.

"Lo siento, Maddie. Todo es mi culpa. No debería haber tocado ese punto sensible".

"Está bien", Madeline sonrió. "En realidad, mi primer hijo no está muerto".

"¿Q-qué?". Ava se sorprendió.

Daniel también se sorprendió. "¿El niño no está muerto?".

"Sí", Madeline asintió y suspiró. "Sin embargo, no sé dónde está. Meredith la escondió".

"¿Qué? ¿Cómo puede Meredith hacer algo así?", Ava tenía curiosidad. Cuando estaba a punto de maldecir a Meredith, sus ojos se posaron en algo detrás de Madeline. Luego, dejó el tenedor y se puso de pie, enojada. Empezó a gritar detrás de Madeline: “¿Cómo nos encontraste? ¿Qué estás haciendo aquí?”.