Esposa Pecadora romance Capítulo 470

En medio del silencio, Jeremy pudo oír a Madeline reírse, ligeramente.

"Jeremy, ya es demasiado tarde. No siento nada por ti y eso no va a cambiar, digas lo que digas, ahora", dijo Madeline, con frialdad. Ya no sentía el mismo anhelo por él.

"Porque ya no te quiero".

Aunque él sabía que ella no lo amaba, cuando la escuchó decirlo en voz alta, Jeremy sintió por fin lo que era tener un millón de flechas en el corazón.

Sintió como si llovieran cuchillos invisibles sobre él, rebanando la carne de su cuerpo. Lo que quedaba de él, ahora, eran sólo sus huesos.

Madeline levantó la mano, de repente, y apartó los brazos de Jeremy.

Se dio la vuelta y miró sarcásticamente al triste hombre.

"Jeremy, no quiero verte más nunca. En el momento en que pediste que abrieran la tumba de mi abuelo, me arrepentí de haberme enamorado de un hombre de sangre fría y sin corazón, como tú".

Al escucharla decir esto, Jeremy sintió que el viento frío se apoderaba de su cuerpo. La temperatura de su corazón cayó en picado, a una temperatura bajo cero.

Madeline volvió a reírse, cuando vio que Jeremy la miraba con cara de asombro. Sin embargo, en un instante, su rostro se volvió solemne e incluso su mirada se volvió más severa.

"Cuando más te amaba, hiciste todo lo posible por herirme e insultarme, hasta la saciedad. Incluso me obligaste a firmar los papeles del divorcio, antes de morir, sólo para complacer a ese demonio de Meredith".

"¿Sabes que, incluso después de obligarme a firmar los papeles, seguía deseando que te dieras la vuelta para mirarme, aunque fuera una sola vez? Pero no lo hiciste. Te vi alejarte despreocupadamente de mi vista, con el último rayo de luz que me quedaba. Sólo pude tumbarme en el suelo y luchar contra el insoportable dolor. Sólo podía esperar a que mis ojos perdieran completamente la visión y mi vida terminara”.

"Entonces, no me digas que lo sientes o que cometiste un error. ¡Jeremy Whitman, no te equivocaste! ¡Yo cometí el error, porque amé a la persona equivocada!".

Jeremy sintió que las lágrimas se acumulaban en las comisuras de sus ojos, después de escucharla.

Jeremy salió del apartamento, con su cuerpo alto y delgado, luciendo desolado y sombrío.

Después de cerrar la puerta, Madeline miró en la dirección por la que se había ido Jeremy. Respiró profundamente y cerró los ojos. Cuando los abrió de nuevo, sus ojos estaban rojos.

‘Jeremy, en aquel entonces, sentía una atracción fatal hacia ti. Finalmente, esa mujer inocente dentro de mí, fue quemada hasta la muerte. No repetiré los mismos errores’.

Madeline volvió a su habitación, para acostarse. Incluso después de dar vueltas en la cama, no lograba conciliar el sueño.

Encendió un poco de incienso y se obligó a dormir, durante unas horas.

Se despertó de nuevo, por la mañana, temprano. Por alguna razón, quería salir a correr. Sin embargo, cuando abrió la puerta de su apartamento, se sorprendió al ver a Jeremy tirado en el suelo helado.