Esposa Pecadora romance Capítulo 569

Jeremy sintió que algo no estaba bien. Sabía que Felipe no dejaría que Madeline volviera, tan fácilmente.

Le preocupaba que Madeline estuviera amenazada. Después de entrar en la casa, se dirigió a la habitación del Viejo Maestro, para buscar a Madeline.

Cuando vio que la puerta se cerraba, dudó dos segundos antes de abrir la puerta y entrar.

Cuando abrió la puerta, vio a Madeline haciendo la cama para el Viejo Maestro. Cuando lo vio, sonrió.

"Jeremy, llegas justo a tiempo. Es hora de que el abuelo descanse. Deberías ayudarlo a acostarse".

Jeremy hizo lo que ella le indicó. Ayudó al Viejo Maestro a meterse en la cama, cómodamente, y le puso la manta por encima.

"Abuelo, descansa bien. Linnie y yo te cuidaremos, así que te recuperarás pronto". Jeremy consoló suavemente al Viejo Maestro. Había una rara sonrisa suave, en su rostro.

El Viejo Maestro no podía moverse, así que sólo podía parpadear para responderle.

Jeremy cogió a Madeline de la mano y salieron juntos de la habitación. Ignorando a la tía y a la sobrina, que les miraban desde el salón, Jeremy cogió a Madeline en brazos y la llevó a dar un paseo al exterior.

Madeline frunció el ceño. "Jeremy, el Concurso Internacional de Diseño de Joyas de la GMA va a empezar, pronto, y quiero participar. Deberías saber que aprendí a diseñar joyas, antes de graduarme. Quiero aprovechar esta oportunidad para demostrar mi valía".

Jeremy se sintió ligeramente desanimado, después de escuchar eso.

Olvidó el hecho de que era Vera Quinn, por lo que también olvidó que era una famosa y consolidada diseñadora de joyas.

"Quiero quedarme en casa y trabajar en mis borradores, estos días. Así podré seguir cuidando del abuelo. Me apoyarás, ¿verdad?".

Jeremy sonrió, con amor en sus ojos. Luego, asintió. "Por supuesto, apoyaré a mi mujer. Mientras seas feliz, no importa lo que quieras hacer, te apoyaré totalmente y me quedaré a tu lado, todo el tiempo".

"Gracias, Jeremy". Madeline sonrió. Sus dulces hoyuelos se reflejaron en los ojos de Jeremy.

Se veían tan encantadores y seductores.