Esposa Pecadora romance Capítulo 568

Sin embargo, Madeline estuvo de acuerdo. "De acuerdo, iré contigo".

"¡Ugh, ugh, ugh!". El Viejo Maestro estaba aún más emocionado que antes.

Madeline se dio la vuelta y caminó hacia él. La mirada aguda de sus ojos se suavizó. "Volveré, pronto. No te preocupes, ya no soy la antigua Madeline".

A pesar de sus comodidades, el Viejo Maestro seguía emitiendo sonidos de protesta, con todas sus fuerzas. Quería detener a Madeline.

Sin embargo, Madeline aún así se fue con ellos.

El coche llegó a la villa que Felipe compró, en las afueras. Ya había preparado el té negro favorito de Madeline.

Cuando vio a Madeline, le sirvió un vaso de té, con consideración. Como siempre, mostró una sonrisa amable y elegante.

"Maddie, siéntate y toma un poco de té. Te explicaré lo que ha pasado, recientemente".

Madeline sonrió. "No es necesario. No voy a beber el té".

Felipe se congeló, mientras sostenía la taza. Luego, la miró con frialdad.

Por otro lado, Madeline sonreía, tranquilamente. Sus ojos brillaban, con confianza. "He venido a hablar contigo de algo”.

Felipe sintió que la mirada de Madeline le resultaba familiar. Curvó la comisura de los labios con interés. "Continúa".

…

Por otro lado, después de que Jeremy enviara a Jackson a la guardería, acudió a un agente de confianza, para contratar a una asistenta.

Luego, al volver a la casa, se dio cuenta de que Madeline no estaba.

El Viejo Maestro estaba sentado en la silla de ruedas, en el jardín, solo. Tenía los ojos abiertos, por la ira, mientras seguía emitiendo sonidos de protesta.

Jeremy se dirigió rápidamente a Karen e Yvonne, para preguntarles qué estaba pasando. Las dos afirmaron que no tenían ni idea.

Yvonne observaba desde un lado y murmuró, con insatisfacción: "Tía Karen, esa mujer es tan buena actriz. Finge parecer tan vulnerable, delante de Jeremy, cuando sólo se hace la tonta, para aprovecharse de él".

Después de decir eso, Yvonne sintió una mirada penetrante que la observaba.

Entonces, levantó la cabeza para ver a Madeline mirándola profundamente. En ese momento, el corazón de Yvonne se aceleró.

¿Qué tipo de oído tenía Madeline? Yvonne hablaba en voz muy baja. ¿La escuchó?

Madeline sí había oído a Yvonne, pero no le prestó atención. Empujó al Viejo Maestro a la habitación de invitados del primer piso.

El Viejo Maestro empezó a gemir, de nuevo. Sin embargo, no estaba tan emocionado como antes.

Madeline empujó la silla de ruedas hasta la cama y cerró la puerta.

Después de cerrar la puerta, se dio la vuelta y miró al Viejo Maestro, que intentaba hablar con una mirada extraña. Luego, comenzó a caminar lentamente hacia él.