Esposa Pecadora romance Capítulo 583

No esperaba que la Srta. Vera, a la que alababan, fuera Madeline Crawford.

Después de pensarlo, recordó que Madeline se hacía llamar Vera, antes de revelar su verdadera identidad, y la persona a la que felicitaban era la diseñadora jefe de joyas de Miss L.ady, Vera Quinn.

‘¡Vera Quinn es Madeline Crawford, cierto!’.

Yvonne se sintió como una idiota. En un principio, ella quería abrirse camino, para tener una relación con estos dos hombres, pero ahora, sólo estaba pidiendo problemas y humillación.

Cuando Madeline vio la cara de estreñimiento de Yvonne, una expresión de sorpresa apareció en su delicado rostro. "¿Por qué estás aquí? ¿Cuándo te han soltado?".

Cuando todos los que les rodeaban lo oyeron, empezaron a tener sospechas sobre Yvonne.

"¿Liberación? Srta. Vera, ¿conoces a esta persona?".

"Sí, ¿cómo no iba a conocerla?". Madeline levantó la mirada y sonrió, suavemente. Había un brillo agudo en sus seductores ojos. "Esta es la autora del artículo de tendencia, sobre cómo abusé de un anciano", dijo con una sonrisa, haciendo que Yvonne se sintiera cada vez más avergonzada.

"Sin embargo, lo interesante es que, hace una semana, la policía se la llevó. La razón por la que fue llevada, es que ella es quien realmente abusó del anciano".

Júbilo.

Todos empezaron a mirar a Yvonne, con cara de desprecio.

"Así que, el ladrón juzga por su condición".

"La gente realmente puede hacer cualquier cosa, cuando quiere ser famosa".

"¡No lo hice! No he hecho nada de eso", explicó Yvonne, con la cara roja. "Si realmente hice algo tan atroz, ¿por qué me liberaron?".

Madeline preguntó con calma: "¿Quieres que les ponga a todos el vídeo, en el que abusas del Viejo Maestro? Todavía tengo el archivo original, de esa noche".

Yvonne hizo un mohín. Apretó los dientes y no tuvo el valor de decir nada.

Había perdido toda su confianza.

Después de todo, lo había hecho de verdad.

"Oh, mi suegra también está aquí. Me preguntaba qué arpía estaba causando problemas, en la cena benéfica de mis padres", dijo Madeline, mientras se acercaba con una pequeña sonrisa en la cara.

Karen sabía que Madeline actuaba como si estuviera tratando de sacarla de este lío, pero, en realidad, se estaba burlando de ella.

Sin embargo, esto ya no le importaba. Sólo quería preservar su imagen.

"¿Has oído eso? ¡Esta es la cena de mis consuegros! Puedo entrar y salir, cuando quiera. ¿Crees que necesito una invitación?". Karen miró al camarero con arrogancia.

"Este no es un lugar al que cualquiera pueda venir, sin más. Sin embargo, por el bien de mi preciosa hija, puedes quedarte".

Eloise y Sean se acercaron, lentamente. Era evidente que estaban disgustados con Karen.

Karen vio que la multitud seguía cotilleando, sobre ella. Además, las mujeres adineradas que solían salir a tomar el té de la tarde, con ella, también se reían de ella. Karen sintió que se le calentaba la cara y, en ese instante, se sintió como un payaso. Sus elegantes y magnánimos modales, estaban completamente arruinados.

Madeline sonrió, al ver que Yvonne y Karen se metían en situaciones embarazosas, una tras otra.

Entonces, un anciano que iba vestido de forma extravagante, se acercó entre la multitud. Miró a Madeline con admiración y sonrió.