Esposa Pecadora romance Capítulo 584

"¿Es la Srta. Montgomery? Por fin tengo el honor de conocerla, esta noche".

"Eveline, este es Sir Calver. Es el anterior presidente de nuestra caridad. También es un buen amigo de tu padre", presentó Eloise.

Madeline sonrió, amablemente, y estrechó la mano de Sir Calver. "Hola, tío Calver".

"Hola, hola. Srta. Eveline, es usted muy hermosa. La cena de esta noche será deslumbrante, gracias a usted. ¿Me pregunto si puedo pedirle que toque una canción para nosotros, como acto de apertura de la cena de caridad?".

"¿Tocar una canción?". Madeline levantó la mirada, para ver un piano negro frente a ella.

Karen sonrió. Estaba emocionada por ver a Madeline estropear esto. ‘Hmph, me estabas humillando, hace un momento. Finalmente, es tu turno’.

Yvonne se acercó. "Tía Karen, ¿Madeline sabe tocar el piano?".

"¡Ella no sabe nada! Era como una criada, cuando vivía con los Crawford. ¿Crees que era capaz de tocar algo tan caro como un piano? Si esa basura no tuviera a Jeremy, no sería nada". Karen apretó los dientes y se burló.

Una sonrisa siniestra apareció, también, en el rostro de Yvonne. "Hmph, ella era tan arrogante y orgullosa de sí misma, hace un momento. Voy a tener el tiempo de mi vida, humillándola, más tarde".

Sin embargo, cuando terminó de decir eso, vio que Madeline se acercaba con elegancia al piano. Se sentó y sus largos dedos presionaron las teclas.

Mientras sus dedos se deslizaban sobre las teclas, de forma experta, "Mariage d'amour" resonaba en la sala, de forma relajante y melódica.

Karen e Yvonne estaban más que sorprendidas.

¿No habían establecido que Madeline era una basura, que no sabía tocar el piano? Entonces, ¿qué era lo que estaba tocando, ahora?

Después de su choque, Yvonne la envidió aún más. Madeline estaba deslumbrante con su magnífico aspecto y su elegante comportamiento. No podía imaginar nada más hermoso, en ese momento.

Madeline estaba sentada, mientras disfrutaba del brillo de la lámpara de araña. Parecía una princesa, o mejor dicho, una reina en un sueño, mientras gobernaba todo lo que tenía delante.

Jeremy observaba a Madeline, con amor y admiración. Sin embargo, de sus ojos salía un indicio de soledad.

Madeline y Jeremy se fueron, antes de que terminara la cena.

El interior del coche estaba anormalmente silencioso, de camino a casa

Jeremy miró el rostro frígido de Madeline, a través del espejo retrovisor. Luego, sus manos se sintieron nerviosas, al agarrar el volante.

"Linnie", gritó en voz baja. Cuando Madeline se dio la vuelta, ya no pudo ocultar el agudo brillo de sus ojos. "Te acuerdas, ¿verdad?".