Esposa Pecadora romance Capítulo 666

Con ese movimiento, el hombre dejó caer su navaja con dolor y rodó por el suelo, con la cara pálida.

"¡Lárgate!", exclamó Madeline agresivamente.

Los otros dos vieron esta escena y se asustaron tanto que se dieron la vuelta y se fueron.

Madeline llamó inmediatamente a la policía, pero después de ver la sangre que aún corría por el brazo de Jeremy y cómo llovía, no tuvo paciencia para esperar a que llegaran. Por ello, llevó a Jeremy a su coche.

"Te llevaré a un centro de salud cercano para que te venden la herida".

"¿Cómo sabes que hay un centro de salud cerca?".

Madeline también se sorprendió cuando Jeremy preguntó esto de repente.

Sí, ¿cómo podría saberlo?

Sin embargo, estaba en su memoria.

Sin demora, llevó a Jeremy al centro de salud basándose en lo que recordaba.

Cuando salieron, después de curar la herida, llovía aún más fuerte.

Justo entonces, Madeline recibió una llamada de Felipe. Le preguntaba dónde estaba.

Madeline miró a Jeremy, que estaba a su lado, y le dijo: "Estoy con un amigo, y hay algo que tengo que arreglar".

Felipe no preguntó quién era ese amigo, pero había adivinado que Madeline estaba con Jeremy.

Tras colgar la llamada, Madeline abrió un paraguas para cubrir a Jeremy.

"Vamos, Sr. Whitman". Recordó, subiendo a la acera.

"Siento molestarla, Señorita Montgomery". Había vuelto a cambiar a este término de dirección poco familiar.

Madeline comenzó a reír, mientras decía: "No tienes que ser tan cortés conmigo, Sr. Whitman. Tu perdiste la vista salvándome y la herida de tu brazo también se debe a mí. No me molesta en absoluto sostener el paraguas ahora".

Cuando Jeremy escuchó esto, no sabía si era un error de percepción, pero Madeline sonaba un poco enfadada.

Al entrar en la habitación, Madeline decidió darse un baño primero.

Estaba empapada por todas partes, así que, si se quedaba por mucho tiempo así, podría buscarse un buen resfriado y fiebre.

Jeremy aprovechó que Madeline se duchaba y bajó a tientas a buscar a la propietaria del hotel. "Por favor, ayúdeme a preparar dos tazas de té de jengibre, gracias".

Le preocupaba que Madeline se resfriara y le preocupaba aún más no poder atenderla si realmente le daba fiebre.

Jeremy volvió por el mismo camino y abrió la puerta con la tarjeta de su habitación. Al abrir la puerta, oyó a Madeline gritar en el baño.

"¡Ah!".

"¿Linnie?".

Pensando que le había pasado algo a Madeline, Jeremy no tuvo ninguna consideración por su propia situación y entró a tropezones en el baño. Parecía asustado y preocupado.

"Linnie, ¿qué pasa? ¡Linnie! ¿Dónde estás?".