Esposa Pecadora romance Capítulo 789

Madeline vio que la pantalla de la computadora se estaba iluminando, seguido de la voz de Felipe.

Esta vez, lo que se mostró ya no era una imagen de vigilancia, sino una sesión de video en tiempo real.

Madeline volvió a ver el entorno desconocido e, inmediatamente después, apareció en la pantalla una cara de muñeca inocente, linda, inteligente y de buen comportamiento.

"¡Lilian!", Madeline gritó, incontrolablemente.

En la pantalla, Lilian podía oír el grito de Madeline. Ella agitó sus grandes ojos claros, corrió a la pantalla de la computadora, confundida, y gritó: “¡Mami! ¡Mami!".

En efecto, esta voz era la de Lilian.

Madeline levantó la mano para cubrirse los labios con incredulidad, mientras las lágrimas caían de inmediato.

“Lilian, Lilian, ¿puedes ver a mami? ¿De verdad eres tú? ¡Lilian!", preguntó ella ansiosamente, deseando tener la magia para sacar a la pequeña niña de la pantalla.

Lilian aún era joven y no sabía mucho sobre videollamadas, pero vio a Madeline en la pantalla de la computadora e incluso escuchó la voz de su madre.

“Mami, Lily te extraña. ¿Cuándo vendrá mami a recoger a Lily? Lily también extraña a Jackie y al señor apuesto".

“Lilian, mami irá a buscarte, muy pronto. Espera a mami--”.

Felipe de repente cortó el video, antes de que Madeline pudiera terminar de hablar.

“¡Lilian, Lilian!".

Ella miró hacia atrás, con insatisfacción, y vio la expresión fría de Felipe.

“Felipe Whitman, ¿dónde exactamente escondes a mi hija? ¿Cómo pudiste usar un método tan cruel, solo para separarnos a Jeremy y a mí? ¡¿Sabes lo doloroso que fue, cuando pensé que Lilian estaba muerta?!".

"Arréglate. Regresaremos al País F en dos días y formaremos nuestra nueva familia, ¿de acuerdo?”. Soltó la mano de Madeline, con una sonrisa, luego se dio la vuelta y se fue.

Madeline apretó los puños y miró la pantalla de la computadora, ya oscurecida. Sabía que no tenía elección.

Felipe lo tenía planeado, desde hace mucho tiempo.

Ahora, ya no tenía el comportamiento elegante de un caballero. Lo que quedaba era solo un toque de posesividad paranoica y un deseo agresivo de ganar.

Madeline recibió una llamada de Jeremy, en el camino de regreso.

Mirando el nombre en la pantalla, ella quería contestar, pero solo podía dejar que siguiera sonando, hasta que Jeremy terminase la llamada.

Regresó a la mansión Montgomery. Eloise estaba muy feliz de verla e íntimamente la jaló, para que se sentara en el sofá.