Esposa Pecadora romance Capítulo 837

Madeline se quedó inmóvil en la puerta y miró al hombre que la apuntaba con el arma.

Su corazón errático comenzó a calmarse lentamente.

Jeremy la estaba apuntando con el arma y todavía había un poco de sangre húmeda en las palmas de sus manos. También había salpicaduras de sangre en su chaqueta de cuero marrón.

Sus ojos eran profundos como la noche y estaban llenos de intenciones asesinas y malicia. En ese momento, ellos miraban fijamente a Madeline, con vehemencia.

Él parecía un demonio que había pasado por una masacre. Un aura asesina salía de todos sus poros. Aun así, él todavía se veía extremadamente guapo.

Cuando él vio que la persona que entró era Madeline, el aura oscura detrás de sus ojos desapareció levemente. Sin embargo, el sarcasmo comenzó a aparecer en sus ojos.

"¿Estás aquí para ver si estoy muerto?", preguntó con sarcasmo y caminó lentamente hacia Madeline. “Eres una buena esposa para Felipe. No solo contrataste a tantos asesinos para matarme, sino que incluso has venido a comprobar por ti misma si lograron su cometido. Sin embargo, lamento decepcionarte, todavía estoy vivo".

Madeline se dio cuenta de que había un profundo malentendido entre ellos, pero ella no quería perder el tiempo explicándole.

"Jeremy, vete si no quieres morir", dijo ella, con una expresión tranquila en su rostro. "Si no te vas ahora, nunca podrás huir".

"Ja". Jeremy se rio, burlándose de sí mismo. Él bajó el arma que apuntaba a Madeline y le levantó la barbilla con la mano ensangrentada. "No sería tan malo morir aquí. Al menos mi mujer favorita está conmigo".

Madeline vio la determinación en sus ojos.

"Jeremy, ¿quieres morir?". Ella se sentía ansiosa por él. “¿Has olvidado que tienes un hijo en Glendale? ¿De verdad quieres morir aquí?".

"¿Hijo? Todavía recuerdas que tenemos un hijo, ¿eh? Eveline, ¿recuerdas cómo solías proteger a nuestro hijo, incluso si eso significaba que morirías?”.

Madeline sintió que los agravios de su corazón casi se desbordaban, cuando él le preguntó eso.

Sus ojos estaban rojos, mientras miraba los ojos llameantes y llenos de dolor del hombre frente a ella. Luego, Madeline dijo: "No lo he olvidado. ¿Cómo podría?".

A pesar de su respuesta, Jeremy no quiso escucharla más. Su cabeza estaba llena de escenas de Madeline defendiendo a Felipe y diciendo cuánto lo amaba.

Madeline se sintió como si Jeremy hubiera sido poseído por el diablo. Ella no quería verlo morir bajo el arma de Felipe, así que quiso aprovechar esa oportunidad para decirle que Lillian todavía estaba viva.

Jeremy sujetó a Madeline por la cintura y la subió al helicóptero, para que pudiera sentarse.

Antes de que Madeline tuviera la oportunidad de escapar, con un movimiento de pierna, él se subió rápidamente al helicóptero. Después de eso, él le puso el casco a Madeline.

“Jeremy, ¿qué estás...?”.

"Si no quieres que le pase nada a tu hijo, agárrate de mí", él dijo con firmeza, su grandeza abrumadora.

Poco después de eso, Jeremy puso en marcha el helicóptero. Cuando los asesinos escucharon los sonidos provenientes de la puerta trasera y vieron a Jeremy tratando de escapar, sacaron sus armas.

Madeline trató de detenerlos rápidamente. "¡No disparen! ¡Él me matará! ¿Cómo le van a explicar a Felipe, si me pasa algo?”.

Los asesinos dudaron.

Jeremy miró a la mujer frente a él y giró la manija.