Esposa Pecadora romance Capítulo 847

Madeline apartó la cara y le mostró a Jeremy su perfil lateral, helado.

“Felipe volverá pronto. Si no te vas ahora, nunca tendrás la oportunidad de hacerlo", Madeline le recordó, fríamente.

“¿Estás preocupada por mí? ¿Mi ex-esposa está preocupada por mí?”. La voz de Jeremy se mezcló con un toque de risa. Sin embargo, también estaba lleno de sarcasmo.

Sus cálidos dedos pellizcaron la barbilla de Madeline, obligándola a mirarlo.

Él sintió una punzada de dolor en el corazón, cuando vio sus ojos rojos y llorosos.

“Eveline, ¿soy realmente un hombre de sangre fría y desalmado, en tu corazón? Me pides que te crea, pero ¿me has creído, alguna vez?”.

Después de decir eso, Madeline sintió que le temblaba el corazón.

En ese momento, ellos escucharon el sonido de un coche en la planta baja. Felipe había vuelto.

Jeremy se acercó a la ventana y echó un vistazo. Sin embargo, él no entró en pánico en absoluto. "No iré a ningún lado, por el momento. Me quedaré aquí".

"Jeremy, ¿estás loco?".

“Sí, estoy loco. Ya perdí toda la razón, en el momento en que me dijiste que no me amabas".

Madeline quiso llorar y reír, cuando escuchó lo que él dijo. "¡Si realmente me amas tanto, entonces no habrías matado a mi hijo con tanta crueldad!".

Después de que Jeremy escuchó lo que dijo Madeline y miró su expresión de dolor, él no pudo soportarlo más.

En este momento, Madeline claramente no tenía idea de que, después de que la llevaron a la mesa de operaciones, Jeremy comenzó a lamentar su decisión, en el momento en que la sedaron.

Él irrumpió en el quirófano y se la llevó, mientras ella estaba inconsciente.

Él no sabía si estaba bien o mal que hiciera eso, pero sabía que si él no detenía el procedimiento, lo lamentaría por el resto de su vida.

Él no podía soportar las consecuencias de perderla, de nuevo.

Por otro lado, él nunca quiso hacerla llorar.

Sin embargo, era evidente que Madeline estaba tan devastada que no sabía que ella estaba bien. Ella tampoco sabía que el niño todavía estaba creciendo en su vientre.

Sin embargo, sería imposible que Madeline ignorara eso, para siempre.

El hombre se rio entre dientes. "Me quedaré contigo, incluso si muero".

Toc, toc.

Felipe volvió a llamar a la puerta.

"Eveline, si no abres la puerta en este momento, la abriré con mi llave".

Entonces, Madeline escuchó el sonido de las llaves tintineando, después de que él terminó de decir eso.

Ella no tuvo elección. Ella agarró a Jeremy y lo llevó al baño, antes de abrir la regadera.

Felipe entró en la habitación y escuchó el ruido del baño. Él pensó que quizás Madeline no lo había escuchado, porque estaba en la ducha. Él había pensado demasiado. Sin embargo, cuando él bajó la mirada, sus ojos se detuvieron durante unos segundos en el suelo.

Felipe caminó hacia la puerta del baño. "Eveline, soy yo. Tengo algo que decirte, cuando hayas terminado. Te estaré esperando aquí".

"Entendido", respondió Madeline.