Esposa Pecadora romance Capítulo 851

Madeline vio a un hombre tendido en una cama individual, frente a ella.

Ella nunca confundiría el cuerpo de este hombre.

Ella cerró la puerta y se acercó rápidamente.

Jeremy escuchó ruidos, pero no le importó. Sin embargo, los pasos acercándose sonaban familiares.

Se dio la vuelta y vio a Madeline. Entonces, sus ojos oscuros se iluminaron.

Cuando sus ojos se encontraron, Madeline sintió una punzada de dolor en el corazón.

Él llevaba una camiseta fina, con la herida envuelta en vendajes. Sin embargo, ella podía ver sangre saliendo de su herida.

Ella se sintió horrible, cuando vio su rostro demacrado y pálido.

"Jeremy". Ella se sentó en la cama y lo ayudó a levantarse. "¿Estás bien? ¿Cómo está tu herida?”.

Después de que Jeremy se sentó, Madeline vio una gruesa cadena atada a su muñeca derecha. Cuando él se movía un poco, la misma tiraba de la herida en su hombro.

Felipe había encerrado a Jeremy.

Madeline no esperaba eso.

Jeremy parecía tranquilo. “Solo viniste a visitarme, después de tantos días. ¿Pensaste que ya estaba muerto, Sra. Whitman?”.

A Madeline no le importó el comportamiento frío de Jeremy y siguió mirándolo. "Jeremy, ¿es así realmente como me ves?".

El hombre se quedó atónito, cuando escuchó eso. Su mirada se volvió más suave, envolviendo a Madeline como un charco de agua.

Él levantó la mano desafiante y tocó el rostro de Madeline. Una voz ronca se escapó de entre sus labios.

"Tenía tanto miedo de no volver a verte".

Madeline le tomó la mano mientras sus ojos se enrojecían. "¿Por qué no me escuchaste? ¿Por qué tuviste que quedarte aquí? ¿No comprendes que solo estarás a salvo, si regresas a Glendale?".

"No me iré, antes de recibir una respuesta. Quiero verte por última vez, incluso si eso significa que voy a morir". Él se tiró de las comisuras de los labios y se rio entre dientes, burlándose de sí mismo. "¿Te enojé, de nuevo?".

Madeline lo escuchó y no dijo nada. Sin embargo, sus ojos llorosos estuvieron fijados en su rostro exhausto, todo ese tiempo.

"Gracias a Dios por eso." Madeline se sintió afortunada.

Si Jeremy no hubiera detenido el procedimiento y su hijo hubiera sido abortado, habría una ruptura incondicional entre ellos.

Sin embargo, los ojos de Jeremy estaban oscuros y había frialdad en ellos. "Linnie, no puedes tener este hijo, sin importar qué".

Madeline se apartó de los brazos de Jeremy.

Su repentino movimiento hizo que Jeremy frunciera el ceño, porque tiró de su herida.

“Jeremy, ¿qué estás diciendo? ¿Sigues sospechando si el niño en mi vientre es tuyo?”.

"No, Linnie".

Jeremy le tomó la mano para explicarle, pero cuando las palabras llegaron a su boca, no pudo dejarlas salir.

Al mismo tiempo, ellos escucharon ruidos provenientes del exterior del sótano.