Esposa Pecadora romance Capítulo 853

Los rugidos de Jeremy invadieron sus oídos.

Madeline podía sentir la intensa insatisfacción y la ira en su voz.

Quizás la muerte no asustaba a un hombre, pero lo que él más temía enfrentar era ver a una mujer que amaba caminar hacia otro hombre.

Sin embargo, Felipe estaba extasiado. Cuanto más sufría Jeremy, él más feliz sería.

Cuando vio a Madeline acercándose a él, él extendió la mano para sostener la de ella.

"¡Eveline Montgomery!". Jeremy no podía soportar la vista de Madeline acercándose a Felipe.

Él ignoró por completo su herida y luchó por liberarse. El repentino estallido de energía, hizo que rompiera las cadenas de su muñeca.

Cuando esto sucedió, Felipe quedó más que asombrado. Incluso los guardaespaldas detrás de él se sorprendieron.

¿Cómo él pudo romper las cadenas?

Sin embargo, Jeremy estaba tan concentrado en la tarea que tenía entre manos, que inmediatamente se abalanzó contra Madeline.

Cuando Felipe vio eso, él levantó la mano para dar órdenes a los guardaespaldas.

Sin embargo, cuando ellos levantaron sus armas para apuntar a Jeremy, Madeline sacó la pistola que había estado escondida en su cinturón y apuntó a la sien de Felipe, con la velocidad de un rayo.

La situación cambió tan rápidamente. Nadie esperaba que Madeline tuviera un arma.

Jeremy tampoco tenía idea de que Madeline llevaba un arma con ella.

Sin embargo, su actitud en ese momento era tan imponente como los hombres frente a ella. Parecía confiada mientras sostenía el arma.

Jeremy se sorprendió cuando vio a Madeline así.

Él había visto la grandeza de Madeline, cuando era Vera Quinn, pero él nunca antes la había visto tan directa. Ella se veía tan poderosa en ese momento.

No, él debería decir que él nunca había visto esto en ninguna mujer.

"Te dije que no le hicieras daño". El tono de Madeline era frío y arrogante. "Déjalo ir. Si no, todos moriremos aquí".

¿Él sabía que volverían a estar juntos como familia, después de que se separaran temporalmente?

Sin embargo, este hombre mezquino que estaba lleno hasta los topes de celos, seguía insistiendo en llevarla con él.

Ella estaba segura de que podría protegerse a sí misma.

Sin embargo, ella no podía irse porque no podía dejar a Lillian atrás.

“Te di la oportunidad. Como no quieres irte, entonces deberías quedarte aquí", dijo Felipe, de repente.

Sus ojos se oscurecieron y él agarró la pistola de Madeline.

Madeline fue más rápida que él y logró zafarse de su agarre. Luego, ella se dio la vuelta y caminó hacia Jeremy. Ella agarró su mano y tiró al hombre que sangraba, detrás de ella, una vez más. Con la otra mano, ella levantó el arma para apuntar a Felipe, de nuevo.

Sus ojos eran agudos y arrogantes. Estaba llena de determinación, valentía y terquedad.

"Felipe, si Jeremy no puede salir de aquí, sano y salvo, ninguno de nosotros saldrá vivo de aquí".