Esposa Pecadora romance Capítulo 858

"Felipe, ya no te quiero".

Esa afirmación atravesó el corazón de Felipe, y en ese instante, sintió un escalofrío que se extendía por su espalda. Era como si algo se hubiera roto dentro de su cuerpo.

Cathy apartó la mano de Felipe con seguridad, sin ningún rastro de nostalgia en sus ojos. "Felipe, me has decepcionado una y otra vez. Te pagaré el patrocinio de los últimos diez años, más o menos. A partir de ahora, no habrá más deudas entre nosotros".

Quería darse la vuelta e irse, cuando de repente recordó algo.

Miró al hombre que estaba de pie, inmóvil, con una expresión solemne. "No intentes actuar de nuevo contra mi prometido. Si no, enviaré el vídeo a la policía".

Los ojos de Felipe se oscurecieron al oír esto. Miró fríamente a la espalda de Cathy. "Cathy Jordan, ¿me estás amenazando por otro hombre?".

Cathy se detuvo y contestó fríamente: "Para mí, tú eres el hombre irrelevante ahora".

Felipe se quedó mirando la figura de Cathy con incredulidad. Un destello de rabia y celos ardía con fuerza en sus ojos.

‘Cathy, ¿cómo te atreves a traicionarme por Jeremy?’.

‘Supongo que realmente nunca me quisiste tanto’.

De vuelta a la habitación, Madeline oyó el sonido de unos pasos, así que se levantó y retrocedió.

Jeremy la tomó de la mano con una expresión seria. "Linnie, ve a hacerte una revisión del cuerpo, lo antes posible. No lo retrases más".

Madeline miró a Jeremy con desconcierto. En ese momento, la puerta se abrió de golpe y entró Cathy.

Al ver el rostro familiar, Madeline sonrió amablemente. "Srta. Charis, por favor, cuide bien de su prometido. Voy a volver más tarde".

"No te preocupes, Evie. Cuidaré bien de Jeremy".

Madeline se detuvo en seco. Por fin entendió lo que estaba pasando, cuando escuchó que Cathy la llamaba "Evie".

"¿Cathy? ¿Eres Cathy Jordan?".

"Linnie, ve a hacerte una revisión, lo antes posible. No lo retrases más".

Madeline se tocó el vientre por reflejo. ¿Hubo algo mal en la última revisión?

¿Fue por eso que Jeremy la había obligado a deshacerse de este niño?

Madeline pensó en esto, mientras su preocupación crecía. Al final, decidió ir al hospital para que le hicieran una revisión de cuerpo completo.

Aunque Felipe dijo que no restringiría sus movimientos, pidió a algunos guardaespaldas que la vigilaran.

El conductor llevó a Madeline al hospital y, mientras él estaba a punto de estacionar el coche, aparecieron dos hombres fuertes a cada lado de Madeline. Obligándola a entrar en una camioneta.

Madeline forcejeó con ellos. "¿Quiénes son ustedes?".

El hombre respondió misteriosamente: "Sra. Whitman, pronto sabrá quiénes somos".