Esposa Pecadora romance Capítulo 978

La voz preocupada de Ava resonó en el oído de Madeline.

Madeline giró su cabeza lentamente e intentó buscar a Ava en la oscuridad. Sin embargo, no consiguió verla. "¿Ava?".

"Maddie, ¿qué pasó anoche? ¿Por qué estás hospitalizada? ¿Quién me envió el mensaje desde tu teléfono?".

Madeline abrió los ojos para volver a mirar después de escuchar la voz preocupada de Ava. Sin embargo, todo seguía oscuro frente a ella.

Levantó la mano y la puso delante de sus ojos, pero ni siquiera podía ver el contorno de su mano.

Estaba ciega de nuevo.

Cerró los ojos y respiró profundamente.

"¿Maddie, Maddie?". Ava estaba muy preocupada.

Madeline solo negó con la cabeza. "Ava, estoy bien. No tienes que preocuparte por mí. No dejaré que me pase nada por el bien de los niños".

Lo prometió, y luego recordó lo que había sucedido después de saltar del coche.

Había sido demasiado impulsiva.

Cuando pensó en sus padres, que murieron trágicamente, y en el hombre al que amaba, que fue el causante de la muerte de sus padres en el incendio, no pudo ni quiso afrontarlo más.

Ella solo quería terminar con todo. Sin embargo, cuando se calmó y lo pensó con claridad, se dio cuenta de lo estúpida que había sido esa decisión.

Si ella moría, Lana sería la más feliz.

¿Cómo podía rendirse antes de buscar venganza?

No podía.

Madeline no le contó a Ava lo de su pérdida de visión. Se limitó a decir que estaba cansada y que quería dormir antes de pedirle a Ava que se fuera.

Cuando Ava se fue, Madeline se levantó, con mucho esfuerzo para encontrar el botón de llamada.

Le dolía la cabeza, y era como si un millón de agujas la apuñalaran en la nuca.

Soportó el dolor y, al cabo de un rato, llegó el médico.

Cuando supo que Madeline no podía ver, dispuso que le hicieran una revisión de todo el cuerpo.

Las heridas de Madeline se curaron muy rápidamente, pero seguía sin poder ver nada.

Sus movimientos estaban muy limitados por ello.

Karen llevó al hijo menor de Madeline para que esta lo amamantara mientras ella iba a buscarle un vaso de agua.

Jeremy había ido al hospital esos días. Sin embargo, como Karen siempre estaba cerca, no tenía la oportunidad de acercarse a Madeline. Finalmente, cuando Karen se fue, Jeremy se dirigió apresuradamente a la puerta.

Miró a Madeline a través de la pequeña ventana con un brillo emocional en sus ojos.

Sin embargo, el brillo fue rápidamente superado por una mirada complicada.

"Linnie", dijo en voz baja, y fue como si Madeline le hubiera oído porque ella levantó la cabeza de repente.

Cuando Jeremy estaba a punto de esconderse, Madeline dejó a su hijo en la cuna a su lado y empezó a tantear el borde de la cama para levantarse.

Esto le sorprendió, ya que él no entendía por qué ella estaba moviéndose de esa manera. Pensó que estaba viendo cosas, pero en el siguiente segundo, vio a Madeline estrellarse contra la mesa de centro con las rodillas y caer al suelo.

Jeremy empujó inmediatamente la puerta y entró para ayudar a Madeline a levantarse. "¡Linnie! Linnie, ¿estás bien? ¿Te has hecho daño?".