—Por aquí, por favor. —Dos hombres agarraron a Lin Yuzhen de los lados y la metieron al coche y se fueron.
-¡Directora, Lin! ¡Directora, Lin! -Xiaozhao seguía recostado en el suelo e intentó alcanzarlos, pero no pudo ni ponerse de pie.
Lin Yuzhen había ido con Yu Wei para protegerla y no pudo evitar estallar en lágrimas.
—¡Directora, Lin!
Sabía que Lin Yuzhen era demasiado bondadosa y no quería que le ocurriera nada malo a Xiaozhao. Pero Xiaozhao no se atrevía a pensar en lo que pasaría después de que Lin Yuzhen se fuera con esa loca de Yu Wei.
RING... La puerta del elevador se abrió y Jiang Ning salió con documentos en una mano y su celular en la otra. No había señal en el elevador así que no pudo hacer una llamada. Lo primero que vio fue al salir del elevador fue a Xiaozhao en el suelo.
Jiang Ning corrió de inmediato.
-¿Qué sucede?
-¡Hermano Ning! Yu Wei se llevó a la directora Lin.
-¡Sálvala! ¡Rápido, sálvala!
Xiaozhao empezó a berrear cuando vio a Jiang Ning y le tomó la mano.
-Es mi culpa, no protegí bien a la directora Lin, yo...
—No te preocupes.
Jiang Ning llamó a los guardias de seguridad y envió a Xiaozhao al hospital. Hizo que otros revisaran las cámaras de seguridad y rastrearan el coche.
-Yuming, secuestraron a Yuzhen, rastréala. La matrícula del coche es...
Huang Yuming podía oír el aterrador aire asesino que emanaba de la voz al teléfono.
-¡De prisa! ¡Todo mundo debe salir y rastrear este coche ahora! Huang Yuming tenía una mirada igualmente asesina.
-Maldición, cómo se atreve a secuestrar a la gran jefa. ¿Cree que estoy muerto o qué?
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