El corazón de Yu Fang latió con violencia. Jiang Ning era realmente arrogante. Ni si quiera tenía consideración por la familia Yu. Yu Fang miró con intensidad a Jiang Ning. Sabía que Jiang Ning no estaba bromeando. Si no se iba en ese momento, entonces podía olvidarse de irse. Jiang Ning es el que manda ahora en Donghai.
-¡Hermano! ¡Hermano! ¡No te puedes ir así! -Yu Wei empezó a aullar cuando se dio cuenta de que Yu Fang iba a irse. No se podía mover, así que sólo podía usar sus dientes para morder el pantalón de Yu Fang-. Hermano, no me puedes abandonar aquí.
Yu Fang se puso de pie.
-¡Lo siento!
Si no se iba en ese momento, entonces la familia Yu no tendría más descendientes.
-¡Hermano! ¡Hermano! -Yu Wei continuó gritando con fuerza, estaba completamente aterrado. Estaba desesperado. No esperaba que Yu Fang lo abandonara.
Los ojos de Yu Fang se llenaron de lágrimas y se pusieron rojos, pero no se atrevió a ver a Yu Wei. Volteó a ver a Jiang Ning pero no dijo nada y se dio la vuelta para irse. Sin importar lo que pasara, tenía que seguir con vida.
-¡Hermano! ¡Hermano!
-¡Yu Fang! ¡Maldito bastardo! ¡Soy tu hermano menor!
-¡Yu Fang! ¡Sálvame! ¡Por favor! ¡Sálvame!
Yu Wei aulló y berreó con fuerza.
-¡Cállate! -Jiang Ning miró con frialdad a Yu Wei y él no se atrevió a hacer más ruido. Ni si quiera se atrevió a ver a Jiang Ning.
Era un demonio. Jiang Ning definitivamente era un demonio. Jiang Ning cargó a Lin Yuzhen:
—Vámonos.
Un Yuzhen no dijo nada y con obediencia descansó en los brazos de Jiang Ning con los ojos cerrados. No quería ver nada.
Después de que se fueron, el hermano Gou entró con otros hombres.
-¿Qué vas a hacer? ¿Qué quieres? —Yu Wei estaba tan asustado que sintió que se le salía el alma del cuerpo.
-Joven amo Yu Wei de la familia Yu. Ya que le gusta tanto Donghai, puede quedarse aquí para siempre.
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