Cuando terminó la reunión, Lin Yuzhen suspiró profundamente. No esperaba que saliera tan bien. Había sido difícil trabajar con estos encargados de proyecto durante las últimas visitas. Miró a Jiang Ning, que estaba parado en la puerta. Debe haberlos asustado hace rato.
—Ustedes supervisen de este lado. Avísenme de inmediato si algo sucede.
Terminó de dar instrucciones y salió. Vio que Jiang Ning no dejaba de mirarla y comenzó a sonrojarse, volviendo a su carácter de muchachita tímida.
-¿Por qué me miras tanto?
-Eres bonita -respondió Jiang Ning.
Por dios, ¿este señor siempre le hacía cumplidos a los demás de manera tan directa? ¿Los indigentes dependían de su facilidad de palabra para conseguir comida?
Riiiiiiiing...
El teléfono de Lin Yuzhen comenzó a sonar. Lo sacó. Era Sume!.
-¿Qué pasa, mamá?
En ese momento escuchó el llanto lastimoso de su madre en la línea y su expresión se volvió sombría.
—¡Mamá! ¿Qué pasó? ¿Quién te golpeó? Estaré allí ahora mismo. —Sus ojos estaban enrojecidos—. ¡Alguien golpeó a mi mamá!
Jiang Ning frunció el ceño al instante.
-Súbete al auto.
¡Bruuuuum!
El motor del BMW rugió con fuerza, como si también estuviera enojado. Jiang Ning dio una vuelta cerrada y se dirigió al banco. De camino, Lin Yuzhen no pudo evitar llorar.
-Nunca habían abusado tanto de mi mamá, es una persona muy fuerte.
A Sumei la habían detenido en el banco y la acusaban de robar. ¿Cómo podría haber pasado? Incluso si su familia tenía que morir de hambre a causa de su pobreza, nunca se rebajarían tanto.
-Ni siquiera mi papá se atrevía a regañarla. Alguien de verdad tuvo las agallas de golpearla.
Jiang Ning no dijo ni una palabra y pisó a fondo el acelerador.
De vuelta en la oficina del gerente general del banco.
El cabello de Sumei estaba hecho un desastre y todavía tenía las marcas de dedos en el rostro. Después de colgar el teléfono, no dijo nada, pero siguió llorando.
-Si su familia no puede explicar esto, no tendremos otra alternativa más que llamar a la policía —le dijo con frialdad el gerente.
BANG.
En cuanto dijo eso, la puerta de la oficina se abrió de un golpe. Casi se rompió en varias partes.
—¿Quién eres?
Los guardias de seguridad vieron que tenían un invitado violento y sacaron sus pistolas de electrochoque.
PAF.
PAF.
A Jiang Ning no le preocupó y les dio a ambos una bofetada. Los guardias salieron volando del impacto. El gerente y la cajera palidecieron de miedo.
—¡Seguridad! ¿Dónde están los guardias? ¡Llámalos a todos!
Jiang Ning sólo avanzó y agarró al gerente por el cuello de la camisa, su expresión era fría como el hielo.
—¡Ella es mi madre y usted se atrevió a golpearla!
El gerente estaba temblando. No esperaba que el hijo de esta señora fuera tan violento.
-¿Tu madre robó algo y te atreves a causar problemas? Llamen a la policía, rápid...¡AAH!
La cajera no había terminado de hablar cuando Jiang Ning le soltó una bofetada. La boca se le llenó de sangre en el momento.
La mirada furiosa de Jiang Ning hizo que el gerente temblara de miedo.
-¿Que se robó algo? -Jiang Ning miró la tarjeta que estaba en las manos del gerente. ¿No era suya?—. ¿Te refieres a esta tarjeta?
El gerente tragó con dificultad y asintió.
-Se la di para que hiciera las compras. ¿Hay algún problema?
El gerente no pudo evitar reírse con frialdad cuando escuchó eso.
-¿Sabe qué tipo de tarjeta es? ¿Hacer las compras? ¡Qué tontería!
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