Jiang Ning no le dijo que Lin Yuzhen era la reina de Donghai y que mientras fuese su amiga, nadie podría hacerle daño dentro de la ciudad. Lin Yuzhen era inocente y de buen corazón, y nunca tramaba nada contra los demás, pero no era estúpida, cualquier persona que ella llamara amigo era en definitiva digna de confianza, Jiang Ning lo sabía bien así que no indagó más.
—Si ya terminaron, entonces mamá dijo que llevaras a tu amiga a cenar a casa con nosotros —Jiang Ning se giró para mirar a Lin Yuzhen—. Vamos a celebrar nuestra mudanza.
Lin Yuzhen asintió.
—Qingwu, ven a cenar a mi casa, mi mamá es una cocinera estupenda. —Tomó su mano y salió con ella mientras susurraba—. Tenemos que caminar más rápido, si no, más tarde alguien de aquí se peleará con nosotros por la comida.
Ye Qingwu aún estaba un poco confundida por lo que no tuvo la oportunidad de rechazar la oferta, Lin Yuzhen ya la había empujado hacia el coche, pero también se sentía mal si la rechazaba, Lin Yuzhen la había ayudado tanto y ahora la invitaba a cenar. Ye Qingwu estaba muy agradecida con ella, era una extraña en Donghai, sola y sin nadie a quien recurrir. Esos hombres casi se llevaban antes, si caía en manos de Su Mingquan... sólo de pensarlo sentía desesperación.
Jiang Ning llevó a Lin Yuzhen y a Ye Qingwu de vuelta al bungaló. Aunque Ye Qingwu sabía que a Lin Yuzhen no le faltaba dinero, sólo la decoración de la casa la dejó perpleja. Si hubiera sabido que todos los diez bungalós pertenecían a la familia Lin, se habría quedado aún más sorprendida.
—¡Bienvenida! Tú debes ser la nueva amiga de Yuzhen. —Su Mei salió cuando escuchó el coche llegar y sus ojos brillaron cuando vio a Ye Qingwu—. Qué hermosa joven.
—Hola señora, mi nombre es Ye Qingwu, gracias por el halago —respondió con alegría mientras asentía con la cabeza. Notó que Su Mei era una persona amistosa y amable, acababa de entrar en la casa de Lin Yuzhen, pero se sintió muy bien recibida por todos.
—Toma asiento, casi termino de cocinar. —Su Mei se apresuró a volver a la cocina.
Lin Yuzhen y Ye Qingwu se sentaron en el sillón, ya que, sin contar la sala, Lin Yuzhen no conocía el resto de la casa. Jiang Ning no las interrumpió, las conversaciones entre mujeres no eran algo en lo que él pudiera involucrarse. Decidió simplemente ir a la cocina y ayudar a Su Mei a lavar las verduras.
—Tu familia es tan agradable —dijo Ye Qingwu con un poco de envidia—. Tu madre te adora y tu esposo te quiere mucho, me da mucha envidia.
Lin Yuzhen sonrió y le brillaron los ojos, ella también se sentía muy feliz. A veces sentía que eso sólo era un sueño, pero, aunque lo fuera, trabajaría duro y sobresaldría cada vez más para que se hiciera realidad.
—¿Y tú? —Lin Yuzhen preguntó mientras la miraba.
—¿Yo? —Ye Qingwu rio con tranquilidad y negó con la cabeza—. Es una larga historia y no tiene sentido hablar de ella.
No parecía querer hablar de su familia o de sus padres, así que cambió de tema.
—Yuzhen, me di cuenta de que nadie de tu familia parece saber quién soy, en realidad estoy un poco decepcionada.
Esas palabras salieron de lo profundo de Ye Qingwu, en la actualidad era considerada una celebridad y también contaba con bastante exposición, casi todos los rincones del país estaban tocando sus canciones. Pero aun sin su gorra y sus lentes de sol, Su Mei y Jiang Ning sólo la conocían como la amiga de Lin Yuzhen y nada más, Jiang Ning en particular, no la vio por más de tres segundos, vaya fracaso. No es que Ye Qingwu se hiciera ideas con respecto a Jiang Ning o con cualquier otra persona, pero esa era la primera vez que la trataban de forma tan ordinaria, solía ser acosada por los admiradores en el momento en que aparecía en las calles. Lin Yuzhen entendió lo que decía y no pudo evitar reírse.
—Mi madre escucha ópera china, mientras que a Jiang Ning no le interesa la música pop, así que no habrían tenido oportunidad de escuchar tus canciones. —De repente se sintió un poco mal por Ye Qingwu—. Pero mi padre escucha canciones pop, así que podría reconocerte cuando vuelva.
Ye Qingwu se sintió esperanzada, al menos tenía que estar a la altura de su reputación de celebridad, ¿no? Justo cuando estaban hablando de eso, escucharon un coche fuera de la casa.
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