Héroe Retrasado romance Capítulo 418

—No puedo revelarlo.

El hombre negó con la cabeza desesperadamente. Eran las reglas del Clan de Asesinos. Si revelaba la ubicación, aunque Jiang Ning no lo matara, era hombre muerto. El Clan de Asesinos no lo dejaría escapar, tendría una muerte terrible. Jiang Ning lo miró y se fue sin decir una palabra. Gou prosiguió a levantar el quinto dedo del hombre. Huang Yuming encendió un cigarrillo para Jiang Ning en el auto.

—La tienda de fideos de Montaña Negra es el punto de contacto del Clan de Asesinos en la región sureste, el asesino ya nos lo dijo —expresó con frialdad—. El Clan de Asesinos es una red muy grande a nivel internacional, no esperaba que tuviera raíces tan profundas aquí.

—Este mundo es mucho más complicado de lo que crees. Lo entenderás a su debido tiempo— Jiang Ning no explicó mucho—. Vamos a la Tienda de Fideos de Montaña Negra.

No le importaba si el asesino moría o no. Ese tipo de basura humana no tenía derecho a seguir respirando de cualquier manera. El hermano Gou iba a romperle todos los dedos, luego cada hueso en su cuerpo hasta que se arrepintiera en su dolor y rezara para ser una buena persona en su próxima vida al enfrentarse el horror de la muerte.

En la tienda de fideos de Montaña Negra.

Era una pequeña tienda ubicada en Jinzhou. Tenía las paredes pintadas por completo de negro y se veían demasiado aceitosas como para atraer clientes, estaba muy vacía. Estaba escondida en la profundidad en un pequeño callejón y no era fácil de encontrar a menos de que fueras un cliente habitual.

Estaba oscureciendo y el jefe se sentó solo en la tienda. Se sentó en la puerta y fumó un cigarrillo. Su rostro arrugado parecía haber presenciado muchas cosas en la vida y tenía una visión aguda. A veces, algunas personas pasaban por la entrada y él ni siquiera levantaba la mirada. Parecía saber que ninguna de estas personas venía para pedir un plato de tallarines.

DUM, DUM, DUM.

Podía escuchar los pasos que se acercaban. Dos hombres. El jefe pronto vio dos pares de pies aparecer frente a él.

—Jefe, ¿ya cerró?

El jefe entrecerró los ojos levemente.

—Caballeros, ¿quieren comer fideos?

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