Héroe Retrasado romance Capítulo 419

―Hum, ¡nadie sabe quién va a morir aún!

Montaña Negra lanzó varias dagas con el movimiento de su muñeca.

¡Sss! ¡Sss! ¡Sss!

El hermano Gou y los demás esquivaron las dagas que terminaron por impactarse cerca de un estante de metal causando un sonido metálico y que despidió algunas chispas.

―¡Es un luchador habilidoso! ―exclamó el hermano Gou pero su voz no mostraba signos de miedo, más bien, era de emoción.

Apretó sus puños de manera violenta y como un toro bufando corrió hacia Montaña Negra.

―¡Ustedes se lo están buscando! ―Montaña Negra rio con frialdad. No esperaba que fuera rodeado, pero tampoco no mostraba nerviosismo. Levantó su guardia y envío un puñetazo para encontrarse con el del hermano Gou.

¡PUM!

El impacto hizo que el hermano Gou retrocediera varios pasos y su puño se entumeció. Este hombre en verdad era un gran peleador.

―¡Número dos! ¡Número ocho! ¡Número nueve! ¡Vamos! ―El hermano Gou ignoró su mano dormida y rugió mientras corría―. ¡Técnica de formación!

Los cuatro se transformaron y de inmediato atacaron desde todos lados, mientras que número nueve juntaba sus palmas y se preparaba en caso de que Montaña Negra decidiera escapar por la espalda. El hermano Gou volvió a agitar los puños y no le importó si saldría herido o incluso moría. ¡Nació para luchar!

¡BUM!

En el momento en que los cuatro se coordinaron, Montaña Negra pudo sentir la diferencia. Montaña Negra retrocedió medio paso mientras bloqueaba el puño del hermano Gou, lanzó una patada hacia número dos, luego se agachó con una mano en el suelo mientras giraba como un trompo y lanzaba otra patada hacia número ocho.

¡PUM! ¡PUM! ¡PUM!

Montaña Negra era tan poderoso que pudo pelear con los tres él solo.

―No puedo creer que ustedes pudieran coordinarse ―Montaña Negra se burló. Era la primera vez que se topaba con personas como estas.

Había muchos que sabían coordinar los ataques, especialmente entre hermanos que nacieron con esta capacidad. Uno atacaría y el otro defendería, por lo que parecían una sola persona a pesar de que eran dos. Pero los hombres frente a él claramente no nacieron con esta habilidad. Podían coordinarse puramente con entrenamiento y Montaña Negra se dio cuenta con un sólo vistazo.

―¡No peleas tan mal, anciano! ―el hermano Gou gritó mientras se emocionaba más y más―. ¡Pero hoy no será tu día!

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