Héroe Retrasado romance Capítulo 465

En la casa Su.

Después de que Su Mingquan recibió una lección de Jiang Ning y casi muere, Su Bowen dio órdenes de no dejar que saliera de la casa. Se estaba volviendo loco ahí.

Era tan difícil para un bueno para nada como Su Mingquan soportar quedarse en casa sin alcohol y sin mujeres.

Se lanzó a la cama y sintió que su cuerpo estaba en llamas.

—¡No lo soporto más! —Si esto seguía, su parte inferior iba a estallar. Su Mingquan sacó su teléfono de inmediato e hizo una llamada—. Ven a recogerme por la puerta de atrás, ¡que nadie se dé cuenta!

Su Mingquan se levantó, se cambió y caminó a la sala de estar. No vio a Su Bowen, así que comprobó con el mayordomo y se enteró de que su padre tuvo que asistir a una cena y no iba a volver a casa temprano, así que sintió alivio.

—Chicas, ¡voy por ustedes!

Su Mingquan corrió en secreto a la puerta trasera sin que nadie se diera cuenta. Salió rápido y notó un coche gris que lo esperaba.

Se subió al auto. Liu Xiaodao había estado esperando un rato.

—¡Ve al Luxury!

Ese era el club nocturno que frecuentaba porque ofrecía muchas formas de divertirse que se adaptaban a sus gustos. Estaba a punto de morir por mantener sus deseos descansando.

—Claro —respondió Liu Xiaodao en voz baja mientras miraba el espejo retrovisor. Su Mingquan no vio el destello del odio que brillaba en esos ojos.

En el club nocturno de Luxury.

Este club nocturno era bastante famoso en Shanghái y uno de los tres mejores clubes en el distrito de discotecas y, más importante aún, la persona detrás del club nocturno era el segundo hermano de Su Mingquan, el aterrador hombre conocido en Shanghái como el segundo maestro Su.

Todos los coches estacionados en la entrada del club eran de lujo. Cualquier cosa que costara menos de un millón, no tenía derecho de estacionarse.

Había muchas mujeres bien vestidas que sacaban sus teléfonos para tomar fotos mientras pasaban, soñando con el día en que podrían conocer a su príncipe encantador en un corcel blanco en este lugar. Pero, nunca se daban cuenta de que los príncipes aquí no montaban caballos y sólo cabalgaban mujeres.

PUM, PUM, PUM.

Su Mingquan se bajó del auto y entró con Liu Xiaodao. En el momento en que pasaron por la puerta, la música ensordecedora llegó a sus oídos.

Verifica el captcha para leer el contenidoVerificar