Héroe Retrasado romance Capítulo 466

Miró hacia abajo con incredulidad a la navaja que salía de su pecho. No podía creerlo. ¡¿Se atrevió a matarlo?!

Liu Xiaodao seguía detrás del sofá con sus manos todavía aferradas al cuchillo. Lo había apuñalado a través del sofá y del corazón de Su Mingquan.

—Tú... tú...

Los labios de Su Mingquan temblaban. No podía ver la expresión de Liu Xiaodao, pero el cuchillo que usó para apuñalarlo seguía temblando.

—¿Pensaste que de verdad te iba a dejar ir después de matar a mi hermana? —La voz de diablo de Liu Xiaodao llegó a los oídos de Su Mingquan—. ¡Vete al infierno! ¡Quiero que todos en la familia Su mueran!

PF.

Su Mingquan escupió otra bocanada de sangre. Abrió la boca para hablar, pero no tenía más fuerza.

Liu Xiaodao soltó el cuchillo y lo dejó en donde estaba. Caminó hacia el frente del sofá y vio morir a Su Mingquan mientras tomaba un pañuelo húmedo para limpiar la sangre de sus manos.

Se burló y salió de la habitación.

Había salido cuando vio al gerente, quien traía unas chicas y le bloqueó el paso.

—¿Por qué tan lento? El joven amo no puede esperar más.

—Sí, sí. Estas chicas son para él, vamos a entrar.

—¿Estas? —Liu Xiaodao frunció el ceño—. ¿Qué no conoces el gusto del joven maestro? Ve por unas más salvajes. El joven amo lo ha estado aguantando durante mucho tiempo y necesita sacarlo todo. Estas chicas parecen que podrían disminuir su ánimo.

—Pero... el joven amo Mingquan dijo que quería puras e inocentes.

—Joven maestro, traje a las chicas.

Con una gran sonrisa, el gerente empujó la puerta. Las luces dentro de la habitación estaban apagadas, pero podía ver más o menos que Su Mingquan estaba en el sofá y el olor a alcohol era bastante fuerte.

—Asegúrense de hacer feliz al joven amo Mingquan, ¿me escuchan?

Todas las chicas rodearon a Su Mingquan por orden de su gerente. Una de las mujeres estiró la mano y tocó algo húmedo. Pensó que era alcohol, pero cuando olió sus dedos, se impresionó de que oliera a sangre. Miró con más detalle a través de la luz tenue y se dio cuenta de que había una navaja saliendo del pecho de Su Mingquan y comenzó a gritar con miedo.

—¡AHHH! ¡El joven amo Mingquan está muerto! ¡Está muerto!

¡PAK!

El gerente se estremeció y de inmediato encendió la luz. Vio a Su Mingquan sentado en el sofá con los ojos abiertos y ya muerto.