Héroe Retrasado romance Capítulo 523

Gao Bin pudo verlo al instante. ¿Qué mujer no estaría impresionada y conmovida por un hombre tan fuerte y poderoso como Jiang Ning? En especial después de presenciar su fuerza.

―Yo arreglaré todo. La invitación…

―Yo misma la llevaré ―dijo Gao Yali.

Ya que Jiang Ning estaba ahí, ella quería verlo. Pero aún más, quería ver a la mujer tras la que había ido Jiang Ning. Además, tenía que reportarle los últimos sucesos en Shenghai. Iba a contarle acerca de las diferentes personas y redes para que él pudiera darle su opinión y sugerencias.

Cada paso que diera la familia Gao ahora era extremadamente importante y no podían permitirse cometer ningún error. De otro modo, los hermanos no podrían asumir las consecuencias de hacer una mala jugada.

En el hotel, Lin Yuzhen seguía trabajando en la habitación. No había ido a Shenghai sólo a divertirse. Estaba ahí por la futura expansión del Grupo Lin. Ya que no habían establecido una nueva oficina en la ciudad, tenía que trabajar en el estudio del cuarto de hotel.

Jiang Ning estaba en la sala, acostado en el sillón y relajándose. Su Yun estaba sentada del otro lado y se la pasaba de lo lindo porque ya había terminado sus exámenes. Sostenía el control remoto con las dos manos y no paraba de reír mientras veía caricaturas en la tele.

Después de comer, habían ido por otra ronda de postres y bocadillos. La panza de Su Yun se veía como si estuviera embarazada.

―¿Cuántos años tienes? ¿Por qué sigues viendo caricaturas? ―Jiang Ning le volteó los ojos y no supo qué decirle―. Tienes que ser más madura.

―Ji, ji, ji. Cuñado, si de verdad me volviera madura, me temo que no lo aguantarías. ―Los grandes ojos de Su Yun se curvaron como dos lunas en cuarto creciente mientras sonreía y le lanzaba una mirada retadora a Jiang Ning―. Si no me crees, puedes preguntarle a Yuzhen.

Jiang Ning se burló en voz baja y no quiso discutir con esta jovencita. Claro que sabía que la pura e inocente Lin Yuzhen parecía saberlo todo sobre las relaciones entre hombres y mujeres, pero claramente sólo conocía la teoría y no tenía experiencia. Pero lo que era aún más obvio era que había conocido toda esa teoría gracias a la estrafalaria Su Yun.

Él era excelente para leer a las personas y su capacidad de observación era tan aguda que ni siquiera los mejores agentes secretos eran capaces de ocultarse frente a él. Sin embargo, no estaba seguro de si realmente entendía a esta chica que tenía en frente. Todas las mujeres eran difíciles de leer, en especial una que aún era tan inmadura.

Bom, bom, bom.

Alguien estaba tocando la puerta. Su Yun saltó antes de que Jiang Ning pudiera levantar la vista.

―¿Es mi pedido a domicilio?

Su Yun abrió bien la puerta para dejar que Gao Yali entrase y luego se trepó de nuevo al sillón para seguir viendo las caricaturas. Gao Yali se congeló un instante. ¿Cuñado? O sea que no era ella.

―Señor Jiang.

Entró e hizo una reverencia. De repente se sintió un tanto nerviosa. Antes de llegar, se había dicho a sí misma que no tenía por qué estar nerviosa. Jiang Ning no era tan aterrador cuando no estaba liberando su poder en una pelea. No obstante, en cuando se paró frente a él, la consumieron los nervios y el miedo.

―¿Por qué viniste?

Jiang Ning ni siquiera cambió de posición en el sillón. Estaba jugando con su teléfono y miró a Gao Yali. Parecía como si estuviera descansando en su propia casa. No parecía ese increíble peleador que podía matar gente de un solo golpe. De pronto, la mente de Gao Yali dividió a Jiang Ning en dos personas diferentes.

―Siéntate, no tienes que ser tan formal.

Gao Yali asintió y se sentó con las rodillas bien pegadas al lado de Jiang Ning. No se venía nada natural. De hecho, era la primera vez en mucho tiempo que se ponía una falda larga.