Cuando descubrieron que unos extraños habían entrado tras bambalinas y que eran luchadores muy alto nivel, el hermano Gou fue a informar a Jiang Ning de inmediato.
—Lo entiendo —respondió Jiang Ning—. Sólo son dos ratas, ustedes sigan observando, yo resolveré esto.
—¡Entendido! —El hermano Gou desapareció al instante en la oscuridad.
Esos dos estaban sin duda para crear problemas y hacer fracasar el concierto de Ye Qingwu. Desde el momento en que Zhang Yi vino a comprar por la fuerza Star Entertainment, Jiang Ning sabía que alguien de la familia Song había llegado y que vendría a llamar a su puerta. Así que como el primer plan no había funcionado, ¿ellos habían decidido atacar de forma directa? Por desgracia para ellos, Jiang Ning era un experto en atrapar ratas. Se metió las dos manos en los bolsillos y se dirigió a los bastidores.
Mientras tanto, Ye Qingwu acababa de terminar de cantar su primera canción en el escenario y todo el estadio estaba enloquecido. Los gritos no cesaban y las emociones de los admiradores estaban a flor de piel. Mucha gente tendría dificultades para dormir esa noche.
La música comenzó de nuevo y Ye Qingwu empezó a cantar la siguiente canción la cual era un número de baile, así que Ye Qingwu se puso una falda corta, lo que hizo que los admiradores, en especial a los hombres, empezaran a gritar de emoción. Todos se estaban volviendo locos.
Jiang Ning podía oír esos gritos incluso tras bambalinas, pero la atención no estaba en el ruido procedente del propio concierto. Su mirada era tranquila y parecía estar mirando a su alrededor de forma casual, pero sus oídos se movían un poco, como si fueran radares sensibles.
—¿Mmm?
Jiang Ning dobló la esquina y se detuvo de inmediato, miró hacia la puerta de la sala de interruptores y sonrió.
—Muy bien ratas, será mejor que se escondan en la oscuridad y no corran por todas partes, eso sería peligroso.
Se dirigió a la puerta de la cabina de control y tomó el picaporte y abrió la puerta de inmediato, entró a toda prisa y cerró la puerta tras de sí. Lo primero que vio adentro fue a dos hombres de pie.
—¿Quién está ahí?
¡CHING! Sacó una daga y su mirada era fría.
—¿Quién eres tú?
—Yo soy el que debería hacerte esa pregunta —Jiang Ning dijo con calma—. Pero por lo que parece, no tiene importancia. Sin duda eres un tipo malo.
—¡Muere!
El otro hombre rio con desdén mientras se le abalanzaba daga en mano, su movimiento era aún más rápido y estaba dirigido para matar a Jiang Ning.

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