El atacante era bastante poderoso. Jiang Ning se movió a un lado y esquivó el ataque. Se dio cuenta de que estos dos estaban bastante cerca del nivel de Gao Bin, pero todavía estaban muy lejos de ser de categoría gran maestros. Había muchos buenos luchadores en el mundo, y había muchos que estaban cerca de alcanzar la etapa de gran maestro. Pero había muy pocos que en verdad fueran grandes maestros, esta pequeña diferencia podría ser enorme. Jiang Ning podía matar a los grandes maestros con sólo una palabra, así que ¿qué eran esos pedazos de basura?
¡CRAC! Jiang Ning extendió el brazo enseguida y agarró la mano que sostenía la daga, utilizó un poco de fuerza y la cara de ese hombre palideció al instante. Podía sentir sus huesos romperse, era un dolor que provenía por ser aplastado poco a poco.
—¿Quién de la familia Song está aquí? —Jiang Ning preguntó de manera directa.
—No sé de qué estás hablando.
—¿De verdad? —Jiang Ning se rio—. Sólo quiero saber a quién de la familia Song enviaron a mis manos para morir.
La cara de aquel hombre se puso aún más pálida y no pudo ocultar el miedo en sus ojos. ¡Jiang Ning era demasiado fuerte! Los dos ya eran considerados poderosos luchadores de la familia Song. Pero frente a Jiang Ning, eran como niños. ¿Cómo... cómo podía ser esto? ¿Había más luchadores fuertes de otras familias poderosas del norte escondidos en Shenghai?
—¡Tú... eres demasiado atrevido!
¡CRAC! de repente, Jiang Ning ejerció más fuerza y rompió la muñeca del hombre.
—¡Ay!
—¿No tienes muy claro si estoy siendo atrevido o no a estas alturas?
La mano de Jiang Ning se convirtió entonces en un cuchillo que aterrizó en el cuello del hombre, dejándolo inconsciente al instante. Miró los cables que estaba manipulando y resopló. Si hubiesen tenido éxito, entonces el concierto de esta noche hubiera sido un desastre.
¡SSS! ¡SSS!
¡PUM! ¡PUM! ¡PUM!
Un humo de colores se disparó a través del cielo y Sun Linlin sintió que podía ver bolas de fuego dirigidas al público que estaba justo en frente. Sintió que podía ver que todo el lugar se volvía completamente caótico, con gente llorando, gritando por ayuda, aullidos que helaban la sangre llenando todo el estadio, pero no sucedió nada de lo que imaginó. Con la salida del humo de colores, al instante el ambiente había llegado a su punto máximo.
—¡Ay!
Incluso algunos aficionados se desmayaron de la emoción.
—¿Cómo puede ser esto? —La expresión de Sun Linlin cambió—. ¿Por qué no pasó nada? Es imposible.

Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Héroe Retrasado