Héroe Retrasado romance Capítulo 639

―Lo siento, me equivoqué de persona. ―El rostro de Long Ling'er recobró su expresión fría y distante como de costumbre. Miró a Jiang Ning con decepción en sus ojos. Luego volvió a girar la vista hacia Lin Yuzhen―: Esperaré con ansias alguna noticia tuya.

Entonces, entró en el ascensor sin mirar atrás. Después de que las puertas del ascensor se cerraran y bajara, Lin Yuzhen se dio la vuelta para mirar a Jiang Ning.

―¿Por qué fingió no saber quién era?

Jiang Ning la conocía y sabía muy bien que Long Ling'er se negaba a dejarlo ir.

»¿Tiene miedo de que ella lo aleje de mí?

Sus ojos estaban un poco rojos en ese momento. Si Jiang Ning quería irse, ella no podía detenerlo y tampoco lo haría. Cuando conoció a Jiang Ning y tuvo que casarse con él, estaba muy desesperada y quería divorciarse e irse lo más lejos posible de él. En cambio ahora, no podía soportar dejarlo en lo absoluto. La vida no tendría sentido sin él a su lado.

―No es por eso ―respondió Jiang Ning―. Estoy tratando de protegerla.

Lin Yuzhen no entendió.

»La están vigilando. ―Jiang Ning mostró una expresión severa. Extendió la mano y pellizcó el rostro de ella con suavidad―. ¿Cómo te sientes ahora que la has visto?

―Siento que no es fácil tenerla cerca ―respondió Lin Yuzhen con seriedad―. En realidad, se preocupa mucho por usted. No importa en qué se haya convertido o cuántos años hayan pasado, su corazón solo le pertenece a usted. Por un momento incluso sentí que no debía tenerlo.

―Entonces me iré con ella ―Jiang Ning fingió que se marchaba―. Incluso obtendrías todo el Grupo Linglong a cambio. No es un mal trato.

Lin Yuzhen hizo una mueca y parecía que estaba a punto de llorar.

―Si te vas, entonces lo perderé todo.

Un sentimiento de culpa lo invadió de pronto y se apresuró a abrazarla con fuerza.

―Lo siento, no debería bromear contigo sobre esto. ―Respiró profundo―. No te preocupes, ya te lo dije antes, nadie puede alejarme de ti. Nadie.

―Lo sé ―respondió Lin Yuzhen―. Pero tampoco quiero perder. Si llego a destacar más que ella, tendré derecho a permanecer a su lado. Tampoco tiene que preocuparse, no lo dejaré ir, a menos que ya no me quiera.

¿Qué más podía decir Jiang Ning? La abrazó y la besó con fuerza en los labios.

―¡El trato está sellado! ¡Es una promesa!

Lin Yuzhen volvió a su oficina y Jiang Ning se marchó.

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