Zhou Shen no podía creerlo en absoluto. ¿El círculo ilegal de Linshan que su familia controlaba, había sido eliminado? ¡No había pasado mucho tiempo desde que se sentó aquí y ya estaban todos muertos! No solo los luchadores muy bien entrenados que pertenecían a la Familia Zhou estaban muertos, también habían desaparecido los otros luchadores de las potencias que los apoyaban. ¡Bam! Zhou Shen sintió que su mente se quedaba en blanco al instante.
—Zhou, ¿qué ha pasado? —Wu Hongwei notó algo extraño en la expresión de Zhou Shen y le preguntó de inmediato—: ¿Qué ha pasado en Linshan? —Él creía haber oído que todo había desaparecido.
Zhou Shen sintió que su cuello se había puesto rígido y no podía ni siquiera girarlo. Abrió la boca y sintió que su garganta estaba seca y con mal sabor.
—Ya no existe... el círculo ilegal de Linshan que yo controlaba... ¡todo ha desaparecido! ¡Todos los luchadores muy bien entrenados han sido asesinados! ¡TODOS! —La voz de Zhou Shen empezó a sonar estridente, él todavía estaba en estado de incredulidad—. Ellos... ¡¿Cómo podían ser tan terroríficos esos hombres de Donghai?!
La expresión de Wu Hongwei también cambió.
—¿Cómo puede ser? —Eso fue lo que dijo, pero se alegró por dentro con frialdad; la Familia Zhou había sufrido una tremenda pérdida esta vez.
Wu Hongwei vio con claridad que Donghai había escogido a Linshan y había elegido atacar a la Familia Zhou. Por la fuerza que tenía Donghai, solo podían atacar un pórtico, así que ahora no iban a poder ir contra la Familia Wu. Él se alegró por dentro; la Familia Zhou se había llevado la peor parte del ataque de Donghai y había sufrido muchísimo. Por tanto, el bando de Donghai también debía haber sufrido bastante. Ambos bandos tenían que estar bastante heridos.
»Con el poderío de la Familia Zhou, Linshan ya era una fortaleza fuerte. Además, también tenías la ayuda de muchos otros, así que ¿cómo...? —Wu Hongwei seguía con una expresión de sorpresa y furia en su rostro—. ¡Debe haber algo mal aquí!
Zhou Shen miró a Wu Hongwei, quien tenía el rostro totalmente pálido. Ambos eran viejos zorros astutos, así que, por supuesto, sabían lo que el otro pensaba en realidad. Si hubieran derrotado la ciudad Bei’an, Zhou Shen habría ofrecido palabras de consuelo, pero también hubiera sentido alegría en su corazón.
—Me temo que Donghai ha resultado ser más fuerte de lo que esperábamos —dijo Zhou Shen, quien continuó—: ¡Wu, tú también tienes que tener cuidado!
—¡No te preocupes, si se atreven a venir a Bei’an, vengaré a la Familia Zhou seguro! —Wu Hongwei se puso de pie y declaró como si quisiera hacer justicia—: ¡No son nadie! ¿Cómo se atreven a ofender al norte? ¡Aunque la Familia Long les apoye, no los dejaré escapar! —Sacó su teléfono de inmediato e hizo una llamada frente a Zhou Shen—. ¡Escuchen! ¡Será mejor que todos estén atentos! Esos hombres de Donghai ya han atacado a Linshan, ¡no bajen la guardia!¡Si se atrevieran a venir, asegúrense de no dejar escapar a ninguno de ellos! ¡¿Me oyen?!
Zhou Shen observó lo que Wu Hongwei hizo frente a él y supo que les estaba diciendo a sus hombres que podían prepararse para celebrar. No dijo nada, estaba enfadado y arrepentido a la vez, pero no había nada que pudiera hacer. Aunque no estuviera dispuesto a aceptar lo ocurrido, esa era la realidad. Además, antes de que esto sucediera ellos habían estado apostando sobre cuál iba a ser el pórtico que Donghai atacaría primero y quien ganara esta apuesta sería el verdadero ganador de la noche. Su realidad era que había perdido, así que no había nada que pudiera decir al ver lo que Wu Hongwei estaba haciendo. Si hubiera sido al revés, Zhou Shen podría haber estado aún más contento.

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