¡Insoportable! Mi Ex-marido Me Tomó Demasiado Cariño romance Capítulo 1

"¡Ayuda! ¡Duele mucho!"

Acompañados de gritos de dolor, la gente comenzó a acercarse rápidamente desde todas direcciones, acumulándose cada vez más.

Natalia Sanz se encontraba en la entrada de las escaleras del segundo piso, mirando atónita cómo Mercedes Vargas rodaba escaleras abajo, luego miró sus propias manos, completamente confundida.

Después de un rato, murmuró un pregunta: "¿Cómo pudo pasar esto?"

¿Cómo acabó cayendo así de repente?

"¿Qué pasó aquí?"

Ese día era la fiesta familiar de los Baró, y había muchos invitados. Los asistentes, que acudieron rápidamente, rodearon a Mercedes, quien yacía en el suelo después de la caída.

"¿Qué sucedió? ¿Cómo se cayó?"

"Ella, ella…"

Mercedes, soportando el dolor, miró hacia la entrada de las escaleras del segundo piso.

De repente, todos lo entendieron.

"¡Fue Natalia quien la empujó!"

"¡Dios mío, Natalia! Aunque no te agrade Merce, ¡no debes llegar a estos extremos! ¡Ella está embarazada!"

"¡Exactamente! Puede que seas temperamental, pero todo tiene un límite."

"No, os equivocáis…"

Frente a las acusaciones de la gente, Natalia, pálida, negaba con la cabeza de forma enérgica.

Quería explicar que no había sido ella... ¡que no había empujado a Mercedes!

Pero nadie quería escucharla.

"¡Abran paso!"

De repente, una voz masculina y profunda sonó a través de la multitud, retumbando en toda la sala.

Era Benjamín Baró, el esposo de Natalia, con quien se había casado hacía menos de dos meses.

"Benja…"

Natalia, aliviada, intentó buscar su ayuda.

Pero Benjamín levantó la mirada bruscamente, y su mirada cortante cayó sobre ella. "¡Vaya la que has liado!"

"¡No!" Natalia se estremeció, negando con la cabeza, "No fui yo…"

"Si no fuiste tú, ¿entonces quién?"

Preguntó Benjamín, quien claramente no le creía, tenía una mirada llena de repugnancia y odio hacia ella.

"¿Estás diciendo que fue Merce quien saltó por sí misma? ¿No sabe todo el mundo lo despiadada que has sido con ella, tanto abiertamente como a escondidas? ¿Necesito enumerarte todo lo que la has hecho?"

Las palabras crueles y despiadadas de su esposo dejaron a Natalia sin habla, totalmente incapaz de responder.

"¡Ah…!"

Mercedes, en un dolor agudo, se agarró el vientre, apoyándose en Benjamín y dijo con voz débil, "Benja, me duele mucho. ¡Ay!"

"¿Merce, cómo estás?"

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