¡Jefe, Mis Gemelos, Tu Problema! romance Capítulo 82

Filemón le echó una mirada profunda y pensativa. Su reacción la sorprendió.

¡Esta mujer siempre lograba sorprenderlo!

Le hizo una señal a Kevin, quien dijo: "No había nada malo en fortalecer las relaciones entre colegas. La empresa no se opone a que los empleados desarrollen relaciones internas. Sin embargo, debemos evitar los comportamientos que causen disturbios en toda la empresa por pequeños malentendidos. El Departamento de Diseño decidirá cómo manejarlo."

Mientras Kevin hablaba, el teléfono móvil de Abril sonó. Era un mensaje del jefe principal: "Pasa a mi oficina después de la reunión."

Echó un vistazo a Filemón. Su rostro, tan hermoso que podría matar, estaba impasible, frío como el hielo.

¿Podría ser que iba a interrogarla después de la reunión?

Después de que terminó la reunión, Abril esperó que todos se fueran antes de acercarse.

"Sr. Galindo, ¿necesita algo?"

Filemón se recostó en su silla, sus largos dedos golpeaban suavemente la mesa, como si estuviera pensando en cómo manejar el caso que tenía entre manos.

"Tienes agallas. Aún no ha salido el nuevo diseño y ya estás pensando en tácticas de marketing."

Abril se mordió el labio. Sabía que no había pasado la prueba con el gran jefe. No sería fácil engañarlo.

"¿Me creerías si te dijera que esto fue una trampa?"

Filemón tomó un sorbo de su café y respondió con un tono fuerte: "¿Quién te tendió una trampa?"

"¿Quién más podría ser?" Abril se sentó en el sofá, molesta. "El viernes, Fiona difundió falsos rumores de que iba a invitar al equipo de marketing a un resort para el fin de semana. Pero yo sabía que, sin una buena estrategia de marketing, incluso el mejor diseño no vendería. Así que decidí mejorar mis relaciones con el equipo de marketing."

"Entonces, ¿tu solución es unirte con el departamento de marketing?"

Filemón arqueó una ceja. ¿Cómo se le habría ocurrido una idea tan absurda?

Abril sonrió avergonzada y no dijo nada.

De hecho, fue algo que se le ocurrió en el último momento.

El sábado, cuando vio a Fiona en el Club de la Musa, supo que algo estaba mal.

Ella debería haber estado en el resort de Lago Esmeralda.

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