La Caída y el Rescate del Amor romance Capítulo 50

Selena colgó el teléfono, respirando profundamente, hablar con David era agotador.

No es que se considerara tonta. Después de tantos años en esta sociedad competitiva, se había vuelto bastante astuta entonces, ¿Por qué siempre le resultaba tan difícil comunicarse con David?

Había estado esperando esa llamada desde antes de dormir, sin importar el contenido de la llamada. Ahora que había colgado, Selena se sintió vacía de repente.

¿Cómo se podría describir esa sensación?

Fue como perder la esperanza.

Parecía que no podía estar ociosa.

Cuando estaba ocupada, sentía que no le faltaba nada. Pero cuando tenía tiempo libre, se daba cuenta de que no tenía nada.

Era difícil soportar esa sensación de vacío.

Suspiró profundamente, echó un vistazo rápido al reloj, luego caminó desde su habitación hasta la sala, encendió la televisión y buscó alguna noticia para ver.

Estaba aburrida.

Recién despierta, se sentó en el sofá con las piernas cruzadas, apoyando el codo en el brazo del sofá y la frente en la mano. Sus ojos solo estaban medio abiertos, se habría quedado dormida de nuevo, de no ser por el timbre de la puerta que la asustó.

¿Pero quién podría estar buscándola a esta hora?

¿Petrona?

Sabía que Petrona estaba muy ocupada, incluso llamarla ya era un esfuerzo.

¿Acaso alguien se había equivocado de puerta?

Se pasó la mano por el cabello despeinado y con una mirada de confusión, Selena se dirigió hacia la puerta.

Pero cuando abrió la puerta y vio a la persona que estaba allí, quedó en shock.

José tenía dos bolsas en la mano, podía ver algo verde en el interior, probablemente frutas y verduras.

José la miró, sonriendo de manera rígida. Selena pensó que su sonrisa era un poco aterradora.

Había visto a José unas cuantas veces y siempre tenía una expresión seria, casi como si tuviera parálisis facial.

Esta era la primera vez que veía su sonrisa y era un poco desconcertante.

David, con su imponente figura, estaba parado en la puerta, vestido con un traje de lujo que exudaba un aire aristocrático.

Sus ojos, misteriosos como el jade y su hermoso rostro estaban completamente inexpresivos.

Desde el momento en que Selena abrió la puerta, algo en su corazón pareció temblar, pero aquellos ojos profundos llevaban un toque de frialdad.

La aparición de David sorprendió a Selena.

Pero la melancolía en los ojos de David hizo que su estado de ánimo se volviera un poco sombrío.

¿Había hecho algo mal?

¿Por qué de repente la miraba de esa manera?

Un sentimiento indescriptible surgió en su corazón.

¿Había comenzado a disgustarle?

"¿Por qué has venido?", preguntó.