La Caída y el Rescate del Amor romance Capítulo 82

Las respiraciones de dos personas, tan cercanas, se entremezclaban fácilmente, permitiéndoles sentir el calor de cada uno.

El corazón de Selena estaba a punto de saltar de su pecho. Quería rechazarlo, pero él estaba demasiado cerca, no tenía espacio para moverse.

Solo podía apoyarse más fuerte hacia atrás, pero David se acercaba aún más, sus narices casi se tocaban.

El aroma de él la envolvía por completo.

Finalmente, Selena no pudo resistirse y colocó la mano en el hombro de David.

"David..."

Intentó detenerlo, pero antes de que pudiera hablar, sus labios rozaron los de él.

El fresco tacto, la suavidad de sus labios.

Los ojos profundos de David se estrecharon ligeramente, el breve contacto la puso nerviosa.

Antes de que comenzara, ya había terminado, seguido de un remordimiento que la dejó ansiando más.

Los labios rojos, pequeños y húmedos frente a ella, y el embriagador aroma, era cautivador.

La mano de Selena en su hombro se cerró nerviosamente en un puño.

¿Cómo podría...

Eso de antes, ¿significaba que ella lo había besado por iniciativa propia?

David bajó la mirada y desabrochó su cinturón de seguridad.

"Si no te hubiera traído aquí esta noche, debería haber respondido a ese beso".

"..."

"Pero ya te puse incómoda al traerte a mi casa. Si aprovechara la situación, entonces realmente no sería un caballero..."

Después de decir esto, David hizo una pausa y se rio, "Incluso los gánsteres tienen principios a veces".

"Ya es tarde, quédate en la habitación de huéspedes esta noche. Mañana puedes dar una vuelta, hay algunas villas en el patio trasero, puedes elegir una para vivir".

"No... no puedo, David, solo por esta noche..."

David se volvió, su voz un poco fría.

"Estoy evitando con cuidado todas las cosas que te preocupan. Permitirte elegir una villa ya es mi mayor concesión. Tú estarás en el patio trasero, yo en el frente, bajo diferentes techos, a una distancia segura. ¿Qué más te preocupa?"

"No..." Selena mordió su labio, frunció levemente el ceño, no era eso lo que quería decir.

David se acercó a ella, suavemente apartó el pelo de su hombro, bajó la cabeza y la miró fijamente con sus oscuros ojos.

"No te sientas incómoda, considéralo como familiarizarte con el entorno, todo esto será tuyo tarde o temprano".

Selena levantó la vista hacia él, movió los labios, pero no dijo nada, solo sus claros ojos revelaban una cierta resignación.

David sonrió: "No me mires así, si te atreves a rechazarme ahora, no me importa hacer lo que se supone que deben hacer los gánsters".