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La Cenicienta Guerrera romance Capítulo 1127

Al ver el nombre del restaurante con estrella Michelin, la mirada de Selena se llenó de incredulidad.

Orion era un hombre muy pragmático.

Desde que empezaron a salir, siempre frecuentaban lugares muy económicos, donde el consumo por persona no solía pasar de los sesenta pesos.

[Está bien, amor, llegaré a tiempo.]

Orion contestó al segundo: [Te espero, cariño.]

Ver la respuesta inmediata de Orion le pareció aún más extraño a Selena.

El trabajo de Orion era muy demandante, e incluso en sus días libres no solía contestar rápido; por lo general, tardaba una media hora.

Pero hoy...

Casi al instante de enviar su mensaje, Orion ya había respondido.

Esto hizo que Selena se sintiera halagada y sorprendida.

Habían quedado de verse a las 11:30 de la mañana.

Selena llegó a propósito veinte minutos antes.

Para su sorpresa, cuando llegó, Orion ya estaba ahí.

Al ver a Orion sentado en la mesa, Selena se quedó pasmada y exclamó incrédula:

—¡Amor! ¿A qué hora llegaste?

Debido a la naturaleza de su trabajo, Orion siempre llegaba tarde a sus citas.

A veces eran diez minutos, otras veces quince.

Una situación como la de hoy era algo inédito.

—Llegué hace diez minutos —dijo Orion con una sonrisa—. Sabía que mi pequeña llegaría temprano, y como hoy no tengo tanto trabajo, decidí adelantarme.

—Gracias, amor. —Selena se sentó frente a él.

Como por arte de magia, Orion sacó un ramo de flores de debajo de la mesa.

—Cariño, ¿te gustan?

Selena preguntó, sin poder creerlo:

—Amor, ¿esas flores son para mí?

Orion era un hombre de ciencias, muy lógico y pragmático, así que nunca se prestaba para cursilerías o cosas que él consideraba inútiles.

Capítulo 1127 1

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