La Cenicienta Guerrera romance Capítulo 1203

El señor Robles se acercó a Estrella.

—¿Podría decirme por qué mi hija se hizo pasar por alguien de limpieza para lastimar a esa persona? Y otra cosa, ¿cómo se llama la víctima? Nosotros como familia estamos dispuestos a disculparnos y buscar el perdón de la víctima.

Estrella miró al hombre con seriedad.

—Lo siento, tenemos reglas. No podemos revelar información de la víctima a los familiares del sospechoso.

El señor Robles insistió:

—La víctima es mujer, ¿verdad?

Estrella no respondió, pero le lanzó una mirada extrañada.

¿Qué importaba el género de la víctima para el intento de asesinato de Selena?

Al ver la expresión de la capitana, la señora Robles confirmó sus sospechas. Se acercó con aire de superioridad y soltó con veneno:

—¡Ja! Dicen "víctima" para que suene bonito, pero seguro es una de esas zorras que sedujeron a mi yerno. ¡Una desvergonzada que se mete con hombres casados! Conozco a mi hija, si no fuera porque descubrió a esa mujerzuela con su marido, ¡jamás habría hecho algo así!

Como mujer, la señora Robles se sentía totalmente identificada con su hija.

Si alguien intentara robarle a su marido, ella también sentiría ganas de matar.

¡Las amantes merecían lo peor!

¡Todas deberían morir!

Estrella frunció el ceño.

—Señora Irma, ¿quién le dijo que la víctima es una amante? Si sigue inventando cosas, podemos notificar a la víctima para que los demande por difamación y daño moral.

Un oficial junto a Estrella añadió oportunamente:

—¡El código penal establece que calumniar e inventar hechos para dañar la reputación de alguien es un delito, y más si es grave! ¡Llevamos cámaras corporales y todo está quedando grabado!

Al oír esto, la señora Robles, aunque furiosa, no se atrevió a decir nada más.

Parecía que esa "zorra" tenía influencias.

Si no, ¿por qué la policía la defendería tanto?

La señora Robles torció el gesto y resopló para sus adentros.