La Cenicienta Guerrera romance Capítulo 561

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Alejandra lo hacía a propósito. Estaba sentando las bases.

Decía en público que Úrsula y Bianca eran buenas amigas para que, cuando comenzara la merienda, la humillación fuera aún mayor.

Estela era como un altavoz humano.

Cualquier cosa que ella supiera, se enteraría todo el mundo. Cuando todos supieran que Bianca y Úrsula eran buenas amigas, pero en la merienda Bianca ni siquiera la mirara, ¿qué haría Úrsula?

—¡Imposible, absolutamente imposible! —La primera reacción de Estela fue de incredulidad—. Ale, seguro que te equivocas. Aunque la señorita Solano es muy capaz, ha vivido siempre en el campo y nunca ha estado en el País del Norte. ¿Cómo iba a conocer a la señorita Ramsey?

¡Era impensable!

Úrsula no tenía forma de conocer a Bianca.

Alejandra, satisfecha con la reacción de Estela, continuó:

—Mi hermana es una persona muy buena, no miente. Si dice que conoce a la señorita Ramsey, es que la conoce. ¡Confío en ella!

Al ver que Alejandra confiaba tanto en Úrsula, Estela, resignada, dijo:

—Ale, creo que la única buena persona aquí eres tú. ¡Te crees todo lo que te dicen! ¿Y si la señorita Solano está presumiendo?

Aunque Úrsula fuera muy capaz, eso no cambiaba el hecho de que era de origen humilde.

Y como tal, tenía sus defectos.

La fanfarronería y la vanidad eran algunos de ellos.

Como Úrsula no tenía un buen origen, quería competir con Alejandra en todo.

—No, no lo creo —dijo Alejandra, manteniendo su imagen de hermana mayor amable—. Úrsula no es de las que presumen. Estela, no hables así de ella. Si te oyera, se enfadaría.

Estela entrecerró los ojos.