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La Cenicienta Guerrera romance Capítulo 766

—¿Esa pequeña bastarda se atrevió a tratarte mal? —La expresión de la abuela Barragán también cambió.

Wendy le contó, exagerando, lo del insulto de "renegada".

Al terminar, la abuela Barragán dijo con frialdad: —¡Claro, de tal palo, tal astilla!

¡Todavía trataba demasiado bien a Aurora!

No podía evitarlo. ¡Era una mujer de fe, de corazón blando! Si no, ya la habría matado.

Un momento después, la abuela Barragán continuó: —Por cierto, hoy que has ido al castillo de los Ramsey, ¿has visto a Armando?

Armando era el duque más joven de la familia Avery. Y el objetivo más codiciado de Wendy.

Wendy negó con la cabeza. —No.

¿No? La abuela Barragán la miró extrañada. Había hecho que lo investigaran, y fue precisamente al saber que Armando también iría hoy al castillo de los Ramsey que le pidió a Wendy que fuera. No se esperaba que Wendy volviera con las manos vacías.

—No importa —dijo la abuela Barragán a Wendy—. Ya habrá más oportunidades.

Wendy asintió.

Aurora, con media cara hinchada y roja, se dirigía a la cocina.

Tina venía en dirección contraria. Al ver el estado de Aurora, frunció el ceño.

—Señora.

Aurora le sonrió a Tina.

Al acercarse, Tina vio la hinchazón en la cara de Aurora y se detuvo. —¿Señora, la anciana señora y la señorita la han vuelto a maltratar?

Aurora se tocó instintivamente la mejilla. Su voz era apenas un susurro. —Es lo que les debo.

Su marido había muerto por protegerla. Era normal que su suegra y su cuñada la vieran como una espina clavada.

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