Dominika asintió rápidamente.
—Sí, sí, claro, ve rápido.
Ahora lo más importante era sacar a Úrsula de ahí.
Al volver a entrar del balcón, tanto Bianca como Dominika habían compuesto sus expresiones para que Valentina no notara nada extraño.
Bianca se puso el sombrero, se acercó a Valentina y le dijo a modo de disculpa:
—Señora, qué pena, me surgió algo urgente y no podré acompañarla de compras por la tarde.
—No te preocupes, para nada. Ve a atender tus asuntos.
Bianca asintió.
—Entonces ya me voy.
Después de que Bianca se fue, Valentina se puso aún más nerviosa. Caminaba de un lado a otro de la habitación, mirando el reloj a cada rato y acercándose a Dominika.
—Domi, ¿cuándo va a volver Ami?
—Ya no tarda —Dominika le ofreció una manzana pelada—. Señora, Úrsula me acaba de decir que en cuanto vuelva, la va a llevar a comprarse un celular.
En el castillo de los Barragán, a Valentina no le permitían ni ver la televisión, así que, por supuesto, no tenía celular.
El plan original de Úrsula era llevarla de compras y comprarle uno después de su consulta.
Valentina frunció el ceño.
—Domi, ¿no me estás mintiendo? No sé qué me pasa, pero siento el corazón en un puño.
—Tranquila, no es nada —Dominika la abrazó por los hombros con una sonrisa—. Señora, no piense cosas raras. ¿Por qué no se acuesta a descansar un rato?
Valentina negó con la cabeza.
—Prefiero esperar a Ami contigo.
Luego, añadió:
—Domi, ¿por qué no le pides a Ami que te haga una videollamada?
Si no veía a Úrsula, Valentina no podía estar tranquila.
Dominika sonrió.
—Claro, en un momento le pregunto si puede.
***
Bianca regresó al castillo de la familia Ramsey lo más rápido que pudo.
Denis Ramsey también se sorprendió mucho al enterarse de la noticia.
—¡Los Barragán no tienen límites! —dijo, mirando a Bianca—. Tranquila, iré ahora mismo a la comisaría real.
—¡Aquí espero noticias! —respondió Bianca.
Denis asintió.
Unas dos horas después, Denis regresó.
Al verlo, Bianca se levantó de inmediato.
—Hermano, ¿qué pasó?
Denis negó con la cabeza.
—La situación es complicada. Tú sabes bien cómo llegaron los Barragán al País del Norte. Tienen el respaldo de la familia Avery.
El abuelo Barragán había sido agente confidencial de la Oficina de Seguridad y había usado su puesto para obtener información privilegiada. En aquel entonces, la familia Barragán consiguió su residencia permanente en el País del Norte a cambio de vender esos secretos.

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