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La Desaparición de la Esposa Hacker romance Capítulo 46

Todas las miradas se dirigieron hacia el interior del carro. Mariano, impecable en su traje, bajó con paso firme, sin una arruga fuera de lugar.

Su mirada era pura furia. Esa escena absurda de gente bloqueando el paso le parecía una ofensa.

—¿Qué están haciendo aquí?

Mariano bajó del carro y de inmediato protegió a Begoña, rodeándola con el brazo.

La puerta del carro se cerró de golpe, impidiendo que cualquiera pudiera asomarse y ver la intimidad que acababa de ocurrir ahí dentro.

—Papá, estamos buscando al que rompió la urna de la abuela —dijo Agustín, dando un paso al frente, la cabeza en alto, mirando a Mariano directo a los ojos.

Al escuchar esas palabras, Mariano recordó la escena de hace un rato: él mismo, abofeteando a Rosario y, por accidente, haciéndola chocar con la mesa, lo que provocó que la urna se cayera al suelo.

Su mirada se posó en el rostro pálido de Begoña. Había un dolor profundo en sus ojos.

—Mi amor, te prometo que me haré responsable de esto. No importa quién haya destruido la urna de tu mamá, no voy a dejarlo pasar.

Begoña apretó la mano de Agustín. Lo único que quería era alejarse de ahí.

¿Responsable? ¿Con qué cara podía decir eso, si él mismo era el culpable? ¿Qué podía ofrecerle como disculpa?

—Oye, hermano, ¿qué haces aquí? ¿Desde cuándo estás? ¿Viste si alguien raro pasó por el caminito? —Ofelia no pensaba dejar pasar la oportunidad de evidenciarlo.

Pero Mariano soltó una respuesta cortante:

—¿Te tengo que dar explicaciones de lo que hago?

—No hay problema si no viste nada. El panteón tiene cámaras de seguridad en cada esquina para evitar que entren extraños. Ahora mismo podemos ir a la sala de vigilancia y revisar quién se atrevió a romper la urna de la madre de la señora Guzmán, la esposa del presidente del Grupo Guzmán —dijo Ofelia, subiendo la voz. Los periodistas, atentos, asintieron y sacaron sus teléfonos para grabar.

[En la transmisión en vivo de noticias, los internautas escribían: ¡Exigimos justicia para la señora Guzmán!]

—Mamá, vamos de una vez —Agustín, animado por las palabras de Ofelia, insistió.

Al ver cómo Ofelia no soltaba el tema, como si no fuera a quedarse tranquila hasta exhibir a Mariano, a Begoña le dolió recordar que alguna vez pensó en protegerla, en asegurarse de que tuviera una buena vida.

Capítulo 46 1

Capítulo 46 2

Capítulo 46 3

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