Ese día, después de comer con Armando y Josefina, Paulina regresó a su casa.
Por la noche, Josefina volvió a llamar.
Pero no marcó directamente al celular de Paulina, sino al teléfono fijo de la familia Romo.
Contestó la abuela Romo.
Al enterarse de lo que quería Josefina, la abuela sonrió ampliamente.
—¿Que quieres ir de campamento, Josie? Claro que tu mamá tiene tiempo. Ven mañana por la mañana, aquí te esperamos.
Paulina, que justo bajaba las escaleras en ese momento, frunció el ceño al escuchar las palabras de su abuela.
La abuela Romo colgó el teléfono y, con un tono lleno de sabiduría, le dio una palmadita en la mano.
—Josie es tu hija. Nunca está de más pasar tiempo con ella.
***
Al otro lado.
Poco después de que Josefina colgara, Mercedez llamó a Armando.
Cuando supo que al día siguiente él y Paulina acompañarían a Josefina a acampar, hizo una pausa antes de preguntar:
—Armando, ¿no puedes faltar mañana? Quería que me acompañaras a un lugar.
—Lo siento —dijo Armando—, ya se lo prometí a Josie. No puedo cancelarle a último momento.
«Él y Josefina ya vieron a Paulina hoy. ¿De verdad Josefina tiene tantas ganas de verla?».
«Además, ¿es realmente idea de Josefina ir de campamento, o él simplemente está cooperando de buena gana?».
Por supuesto, Mercedez no dijo nada de esto en voz alta.
Guardó silencio por un par de segundos y luego respondió:
—Está bien, no te preocupes. Será en otra ocasión.
***
Al día siguiente.
Cuando Josefina llegó a la casa de los Romo, Paulina volvió a detenerse en seco al ver a Armando.
Ya se había sorprendido al verlo ayer, y verlo de nuevo hoy la dejó igualmente desconcertada.

Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: La Espectacular Transformación de la Reina AI
Muy buena novela...
Muy emocionante, aunque Armando no se a que juega otra vez con Mercedes...