La Esposa de Lobo romance Capítulo 183

Andrius no perdió el tiempo con Caín.

Mientras Caín hablaba por el radioteléfono, se acercó a Luna.

Los guardaespaldas intentaron detenerlo lanzándole puñetazos, pero eso no detuvo a Andrius en absoluto. Mantuvo la calma y siguió avanzando.

Cuando el puñetazo del primer guardaespaldas casi le da en la cara, él atacó.

Agarró el puño que venía, lo retorció y deformó el brazo del guardaespaldas en un ángulo extraño, como si estuviera retorciendo una toalla para secarla.

Luego, Andrius lo apartó de una patada.

Los demás guardaespaldas se lanzaron uno a uno contra él; Andrius los noqueó uno a uno.

"Maldito, tú...".

En cuanto Caín dejó el radioteléfono, vio a sus hombres derrotados por Andrius, lo que aumentó su ira y su conmoción.

Si simplemente se callaba, Andrius no iría tras él. Ahora que habló, sería su fin.

Andrius se acercó a él y le dio un puñetazo en la cara, haciéndolo volar contra la pared antes de caer al suelo.

Solomon casi se orina encima cuando eso ocurrió. Rápidamente se acercó a Caín y lo ayudó a levantarse.

Andrius ignoró a Solomon y desató a Luna. Luego, les dijo a los tres, "Abuelo, Luna, váyanse primero. Déjenme esto a mí".

Los tres intercambiaron una mirada de preocupación.

Belarus estaba preocupado por Andrius. "Andrius, Caín está...".

"¡Padre!".

Harry lo detuvo de inmediato y dijo, "¡Vamos! Si Caín pide ayuda, ¡no podremos irnos!".

Luego le hizo una seña a Luna.

Luna apretó los dientes y le dijo a Andrius, "Ten cuidado".

Un momento después, un grupo de hombres entró en la habitación. Parecían viciosos. Algunos eran altos, otros tenían un aspecto feroz y otros parecían los peores criminales. Emanaban una fuerte aura asesina, mucho más poderosa que la de los guardaespaldas de fuera.

Todos ellos eran criminales legítimos que encabezaban las noticias con sus atroces crímenes. Deberían estar cumpliendo sus condenas en prisión, pero Caín los convocó aquí.

"Andrius Moonsahde...".

Con tantos hombres en su ayuda, Caín recuperó la confianza en sí mismo. Miró a Andrius ferozmente y gritó, "Si tienes deseos de morir, te los concederé. ¡Atrápenlo! ¡Destrózalo!".

Los criminales se lanzaron sobre Andrius.

Algunos sonreían mientras otros se frotaban los puños en busca de algún momento de acción. Tenían un aspecto feroz, ya que algunos de ellos mostraban intención de matar.

En menos de dos segundos, tenían rodeado a Andrius.

Caín sonrió con maldad.

¡Swoosh!