La Esposa de Lobo romance Capítulo 368

“¡Abuela!”.

“¡Mamá!”.

“¡Llamen al doctor York!”.

Todos en la habitación se sorprendieron por el desmayo repentino de Jane.

Algunos se acercaron a ayudarla a levantarse, otros salieron a pedir ayuda y algunos sacaron sus teléfonos para hacer llamadas.

Afortunadamente, el médico de la familia, el doctor York, estaba trabajando cerca de la finca Kavo.

Tres minutos después, el doctor York llegó al vestíbulo con un botiquín.

“¡Doctor York, examinela!”.

“¡Doctor York, salve a mi madre, por favor!”.

“Doctor York…”.

Los demás miembros de la familia rodearon inmediatamente al doctor.

Jane era la única de la familia a la que le quedaba algo de influencia y conexión en la sociedad. Si ella fallecía, los Conery caerían en un declive completo.

El doctor York se acercó inmediatamente a Jane y le tomó el pulso.

Unos segundos después, su expresión cambió.

Los demás estaban preocupados, pero no se atrevían a molestar al doctor. Todos esperaron ansiosos mientras deseaban lo mejor.

“Ay…”.

El doctor York bajó la mano de Jane y suspiró antes de negar con la cabeza lentamente.

“Doctor York, ¿qué…?”.

“Doctor York, ¿cómo está mi madre?”.

“¿Qué hierbas necesita? ¡Dígame! ¡Le pediré a los sirvientes que las preparen!”.

Alec y los demás volvieron a rodear al doctor, más ansiosos que antes.

El doctor York no dijo ni una palabra. Abrió su botiquín y sacó una bolsa de agujas de plata y otros utensilios.

¡Fiu! ¡Fiu!

El doctor York clavó hábilmente nueve agujas de plata en los nueve puntos de acupuntura vitales de Jane.

“¡Es la habilidad secreta del doctor York, Recuperación de Nueve Calderas!”.

“¡Escuche que mientras el paciente esté con vida, la Recuperación de Nueve Calderas puede salvarlo de la muerte!”.

“Espero que pueda salvar a mi madre…”.

“¡Esto es culpa de Andrius!”.

El doctor York había guardado sus cosas y estaba preparado para retirarse cuando escuchó lo que dijo Alec. Su expresión cambió antes de preguntar: “¿Qué dijo? ¿Cinco minutos?”.

“Doctor York, no tiene idea de lo que acaba de pasar”, dijo Alec con pesar.

“Mi madre estaba por cumplir 70 años, por lo que le pidió a su nieta perdida que viniera. Su nieta trajo a su esposo llamado Andrius Moonshade”.

“Pero ese tipo dijo que a mi madre solo le quedaban cinco minutos de vida. Sacó una píldora y dijo que ella estaría bien si la consumía. Qué ridículo…”.

El doctor York entrecerró los ojos al escuchar la explicación. Si Alec decía la verdad, Andrius debía de ser un experto en medicina.

El doctor York preguntó: “¿Dónde está la píldora? Quiero echarle un vistazo”.

“Está ahí”.

Alec señaló la píldora destrozada en el suelo.

El doctor York se acercó a la píldora para echar un vistazo. La tocó, la olió y la probó. Tras esto, su expresión cambió inmediatamente.

Cuando vio el cambio en la expresión del doctor, preguntó confundido: “¿Qué pasa, doctor York?”.

“¡Doctor York!”.

El hijo de la primera tía de Luna, Benny Dalton, asumió que la píldora fue la que causó que su abuela se desplomara, así que dijo: “¿Pasa algo con la píldora? ¡Es culpa de ella, la abuela la olió y por eso se desplomó! ¡Deberíamos quedarnos con un residuo como evidencia para demandarlo!”.

Benny entonces quiso poner la evidencia en una bolsa.

“¡Tú eres el que será demandado!”. El doctor York miró al chico como si fuera un idiota. “¡Esta es una píldora de longevidad de gran calidad! ¡No todos tienen la habilidad de confeccionar una medicina tan valiosa!”.