La Guerra de una Madre Traicionada romance Capítulo 1452

Entraron al despacho de Martín.

—¿Cómo están tus abuelos? —preguntó él.

—Están bastante bien —respondió Sabrina.

—¿Y viste a tus tíos?

—Sí, los vi.

—Supongo que también fuiste a la habitación donde vivía tu madre.

Sabrina asintió.

—Sabrina —continuó Martín—, no sé si te diste cuenta, pero la casa de huéspedes donde vivía tu madre es el lugar más apartado de toda la propiedad de los Ibáñez. Aunque solo tuvieron una hija, esa familia es un claro ejemplo de machismo. Celeste fue brillante desde niña, mucho más que sus mediocres hermanos. Pero por muy excepcional que fuera, sus padres la ignoraban. No quisieron invertir en su formación ni le dieron acceso a los recursos o acciones de la familia Ibáñez. —El rostro de Martín se ensombreció con una mueca de desprecio—. Al final, sus tres hermanos resultaron ser unos inútiles. A los pocos años de heredar el negocio, casi llevan a la quiebra a la familia. Y aun así, sus padres le pidieron a Celeste que los ayudara. Unos machistas que al final tuvieron que depender de una mujer para salvar a tres hombres. Durante los años que estuve desaparecido en el mar, Celeste lo pasó muy mal, sola con los niños. Los Ibáñez no solo no la ayudaron, sino que, al ver que la situación de los Ramos era mala, cortaron toda relación con ella. Más tarde, cuando vieron que el Grupo Ramos se recuperaba, tuvieron el descaro de venir a exigir acciones. —Martín soltó un bufido—. Sabrina, ¿sabes por qué Celeste y yo nos casamos?

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