La Guerra de una Madre Traicionada romance Capítulo 1472

Estela no se anduvo con rodeos y fue directo al grano:

—Tú y Sebastián salieron en las noticias.

Últimamente a Sabrina le habían pasado demasiadas cosas; incluso Estela empezaba a presentir que algo muy raro estaba sucediendo.

El valor de las acciones del Grupo Ramos aún no se recuperaba de la noticia sobre si Sabrina era la hija verdadera o falsa.

La serie de eventos recientes, sumada a esta noticia bomba que apareció de la nada, hizo que las acciones del Grupo Ramos cayeran por los suelos.

Al escuchar la advertencia de Estela, Sabrina fue de inmediato a checar las noticias.

Quién sabe quién había publicado en internet fotos de ella y Sebastián.

[¡Impactante! ¿La verdadera razón de los problemas recientes en el Grupo Ramos es que su heredera, Sabrina, no hace su trabajo por andar de romance con su asistente masculino en la empresa, tomando decisiones estúpidas?]

[¿Los continuos errores de Sabrina son realmente por culpa de un hombre, o será porque... no es la verdadera hija de la familia Ramos, así que ya le vale gorro y está tirando todo por la borda?]

[Dicen que ese tal Sebastián tiene una galanura capaz de destruir imperios, ¡vaya que los hombres guapos son una tentación!]

Sabrina revisó las imágenes adjuntas y, efectivamente, todas eran fotos de ella con Sebastián.

Especialmente aquellas de la vez en el gimnasio de combate, cuando Sebastián le enseñaba técnicas de pelea. Había fotos con contacto físico tomadas desde ángulos mañosos para que parecieran íntimas y comprometedoras.

Como protagonista del asunto, Sabrina sabía muy bien que Sebastián le estaba enseñando en serio y que en ningún momento quiso pasarse de listo con ella.

La noticia llevaba apenas una hora y ya se había vuelto tendencia rápidamente.

Sabrina y Sebastián eran solteros; aunque la noticia no era precisamente algo inmoral, sí era suficiente para que mucha gente se diera gusto chismeando.

Una noticia sobre una niña rica y su asistente masculino era demasiado telenovelesca y hacía que a la gente le volara la imaginación.

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